El ex presidente catalán Carles Puigdemont fracasó hoy en su intento de jurar su nuevo cargo de eurodiputado por medio de un poder concedido a su abogado, con el que pretendía sortear la orden judicial de detención que pesa en su contra en España.

Puigdemont, así como el ex consejero catalán Toni Comín, debían presentarse hoy al mediodía ante la Junta Electoral Central (JEC) en el Congreso de los Diputados de Madrid para acatar la Constitución española, un paso previo para formar parte de la lista oficial de eurodiputados españoles que se elevará al Parlamento Europeo.

En vez de acudir personalmente, los políticos catalanes firmaron un poder especial en nombre de su abogado, Gonzalo Boye, para que sea este el que los representara en el acto en España, donde la justicia mantiene activa una orden nacional de detención en su contra por su participación en el fallido proceso de secesión catalán de 2017.

El abogado pretendía participar de la jura pero fue invitado a abandonar la sala donde se celebraría el acto, mientras la JEC se negó a mirar los documentos que llevaba para acreditar que representaba a los secesionistas electos, según denunció.

«A partir de ahora ya es un tema de legalidad europea», dijo Boye a la prensa tras abandonar el Congreso de los Diputados. «Se piensan que estamos improvisando y no es así», añadió el abogado defensor.

Puigdemont y Comín tienen previsto asistir el 2 de julio a la constitución del Parlamento Europeo, aunque no está claro si podrán ingresar a su sede en Estrasburgo, Francia, donde ya fueron vetados en una decisión polémica.

El que tampoco pudo jurar su cargo como eurodiputado es el ex vicepresidente Oriol Junqueras, a quien el Tribunal Supremo español le negó un permiso para salir de la cárcel al considerar que su excarcelación para cumplir el trámite, ponía en riesgo su situación de prisión provisional.

Según el Supremo, si Junqueras era excarcelado para asistir al Congreso de los Diputados en Madrid, primer paso del proceso de acreditación como eurodiputado, también tendría que poder viajar a Estrasburgo para completar el trámite.

Este viaje implicaría que la justicia española pierda el control jurisdiccional sobre Junqueras, quien podría quedarse en el exterior, eludiendo la medida de prisión, que sigue vigente mientras se espera la sentencia por el juicio por el proceso de secesión, que terminó la semana pasada en el Supremo.

Su partido, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), no obstante, aseguró que llevará el caso «al corazón de Europa», según afirmó hoy la eurodiputada Diana Riba, quien prometió luchar por su compañero en el Parlamento Europeo.