La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) advirtió que las actuaciones del gobierno colombiano ponen en riesgo el cese del fuego vigente hasta el próximo 9 de enero, y señaló que el mecanismo creado para su verificación está «colapsado» a causa de las posiciones intransigentes de los delegados oficiales.

Al pronunciarse sobre el cese del fuego que las partes iniciaron el pasado 1 de octubre, el ELN indicó que, luego de firmado el convenio, el gobierno «pretendió cambiar el espíritu de lo allí acordado y renegociar los acuerdos pactados».

Para los insurgentes, «las actuaciones del gobierno ponen en riesgo el acuerdo» del cese del fuego porque se contraponen con «las reglas y compromisos suscritos de ‘evitar incidentes armados entre la fuerza pública y el ELN'», reza uno de los mensajes difundidos por la emisora virtual Ranpal, vinculada a esa guerrilla, en Twitter y citados por medios locales.

Esa guerrilla advirtió que el gobierno «desplegó operaciones ofensivas» y se refirió en concreto a que el 27 y 30 de octubre pasados fueron atacados dos de sus campamentos en los departamentos de Chocó (oeste) y Norte de Santander (noreste).

Adicionalmente, alertó que el gobierno «aumentó sus operaciones de copamiento militar y de registro y control» en lugares donde se encuentran sus fuerzas «de manera permanente», y que no reconoció sus actuaciones como ofensivas.

Se quejó igualmente de que el gobierno «desconoció el Mecanismo de Veeduría y Verificación como la instancia que debe cumplir el objetivo de prevenir incidentes, responder oportuna y ágilmente ante las eventualidades o contingencias e informar y calificar incidentes».

Del mecanismo de verificación forman parte, además del gobierno y el ELN, las Naciones Unidas (ONU) y la Iglesia Católica.

El mecanismo de veeduría y verificación «está colapsado a causa de las posiciones intransigentes que mantienen los delegados» del presidente Juan Manuel Santos, «lo que hace más complejo y riesgoso cumplir el cese bilateral», añadió.