Miles de manifestantes ocupan desde hace días las calles de Francia para rechazar la reforma jubilatoria que el presidente Emmanuel Macron aprobó por decreto. La impopular medida eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años y avanzó sin aval del Parlamento.

Pese al rechazo de dos de cada tres franceses, según los sondeos, Macron quiere retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de aportar 43 años (y no 42 como hasta ahora) para cobrar una pensión completa.

El oficialismo francés, en realidad, buscó evitar quedar expuesto al rechazo parlamentario -eco de las manifestaciones que colman las calles del país europeo desde hace tiempo-. Las autoridades dicen que la implementación de esa política es central para ordenar las cuentas públicas a raíz del aumento de la esperanza de vida.

Hasta el momento, Francia, junto con varios otros países de la Unión Europea (UE), cuenta con la edad de jubilación más baja de Europa. Con la reforma y el consecuente deterioro del nivel de vida ocasionado por el alza de la edad jubilatoria, el gobierno francés busca establecer un límite del gasto público referente al 13,8%.

Cabe recordar que la última reforma de las pensiones fue en 2011 y elevó la edad de jubilación de 60 a 62 años. Desde el inicio de las protestas, en Francia hubo un total de casi 270 manifestaciones. La policía reprimió en varios puntos del país, con fuertes enfrentamientos en Rennes, Nantes y León.