Países Bajos acudirá  este miércoles a las urnas para elegir al sucesor del primer ministro saliente Mark Rutte, en unas elecciones legislativas convocadas de forma anticipada que tienen un resultado incierto, pero que transformará el panorama político del país.

Entre los candidatos está Dilan Yesilgoz, una política del mismo partido de centroderecha de Mark Rutte, quien estuvo 13 años en el poder, y Pieter Omtzigt, una figura anticorrupción que formó un partido hace apenas unos meses. Los sondeos los sitúan codo con codo.

Un total de 26 partidos concurrirán a la contienda electoral para hacerse con los escaños de un Parlamento que quedará fuertemente fragmentado, lo que presupone que los comicios abrirán un largo período de negociaciones para formar una coalición de gobierno en el país, quinta economía de la Unión Europea (UE).

El Parlamento neerlandés cuenta con un total de 150 escaños, por lo que el gobierno necesita al menos 76 para lograr la mayoría, algo que no ha conseguido ninguna formación por sí sola en más de un siglo.

Por detrás de los dos candidatos favoritos está el exdirigente europeo Frans Timmermans, que lidera una alianza de verdes y socialdemócratas.

El partido antislamista PVV de Geert Wilders también espera cosechar buenos resultados y Yesilgoz, actual ministra de Justicia, dijo que estaba abierta a una posible coalición con esa fuerza de extrema derecha.

Yesilgoz, de 46 años, sucedió a Rutte al frente de la lista del partido de centro-derecha VVD. Nacida en Turquía, llegó a Países Bajos a los ocho años como solicitante de asilo y no oculta su ambición de reducir la inmigración.

La llegada de solicitantes de asilo, así como de trabajadores y estudiantes internacionales es «demasiado elevada», insistió.» «Necesitamos reducir ese número para poder tener un espacio seguro para los verdaderos refugiados», dijo en declaraciones recientes a la agencia de noticias AFP.

En las encuestas subió también un nuevo partido, llamado Nuevo Contrato Social (NCS) y fundado en agosto por el carismático denunciante y político iconoclasta Pieter Omtzigt.

El políglota de 49 años, educado en Reino Unido y en Italia, provocó un sismo político con su promesa de limpiar la política neerlandesa. También adopta una postura dura frente a la inmigración.

Los votantes se enfrentan, sin embargo, a una gran pregunta: Omtzigt ha insistido en que no quiere ser primer ministro si gana su partido.

El Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB) aprovechó por su parte el enfado de los agricultores contra los planes medioambientales y obtuvo una impresionante victoria en las elecciones de marzo, convirtiéndose en el mayor partido del Senado.

Pero su popularidad parece estar disminuyendo, según las encuestas que sitúan como los principales problemas de los votantes a la inmigración, la crisis inmobiliaria, la salud y el nivel de vida.

Ayer, en medio del clima electoral, el candidato del partido ultraderechista neerlandés Foro para la Democracia (FvD), Thierry Baudet, denunció que recibió un botellazo en la cabeza en una cafetería en la ciudad de Groninga, en el norte del país.

«Esto es exactamente lo que está en juego. Las personas a las que represento también se sienten amenazadas al expresar sus opiniones», manifestó ante los medios de comunicación y luciendo una pequeña brecha sobre la ceja izquierda, de acuerdo a lo consignado por la agencia de noticias Europa Press.

El incidente ha sido condenado por una gran parte de los políticos del país, incluido el primer ministro, que anunció su renuncia de forma anticipada por diferencias irreconciliables en el seno de la coalición de Gobierno, lo que llevó a convocar estas elecciones.