Níger inicia este lunes una semana decisiva, tras la expiración de un ultimátum de los países de África Occidental que exigen el retorno al orden constitucional, tras el golpe de Estado del 26 de julio, bajo amenaza del uso de la «fuerza».

Aunque los jefes del Estado Mayor de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) mencionaron una posible intervención militar en Níger, ninguna tropa había sido oficialmente desplegada hasta este lunes.

El jueves próximo, los dirigentes de África del Oeste se reunirán en una «cumbre extraordinaria» para abordar la situación en Níger, anunciaron este lunes, luego de que expirase el ultimátum dado a los militares golpistas para restablecer el orden constitucional.

«Los dirigentes de la organización de África del Oeste abordarán la situación política y los recientes desarrollos en Níger», manifestó el comunicado de la Cedeao, que amenazó con usar la fuerza si no se restablece en el poder al presidente destituido, Mohamed Bazoum.

A pesar de la negativa hasta ahora de los miliares que tomaron el poder, la vía del diálogo parece seguir sobre la mesa.

El golpe de Estado fue condenado enérgicamente en África y en otras regiones del mundo, pero es apoyado por el pueblo nigerino, que se manifestó en multitudinarias marchas desde el día del golpe.

Bazoum es un aliado de Francia, antigua potencia de la que Níger se independizó en 1960, y de Estados Unidos, que enviaron 1.500 y 1.100 soldados al país en la lucha contra los yihadistas que azotan la región.

Pero el Ejército nigerino recibió el apoyo de sus homólogos en Mali y Burkina Faso, que también llegaron al poder por medio de golpes de Estado en 2021 y 2022, respectivamente, y se encuentran suspendidos de la Cedeao.

Esos países también se enfrentan a la violencia yihadista.

El Ejército de Mali anunció este lunes que enviaría a Niamey, la capital nigerina, una delegación oficial de ese país y de Burkina Faso, para «dar testimonio de la solidaridad de los dos países al pueblo hermano del Níger», y expresaron que cualquier intervención sería considerada como «una declaración de guerra» contra ellos, informó la agencia de noticias AFP.

La delegación es esperada este lunes en Níger, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país.

El domingo por la noche, poco antes de que finalizara a medianoche el ultimátum lanzado una semana antes por la Cedeao, el Ejército nigerino anunció que cerraba el espacio aéreo del país «hasta nuevo aviso».

Para ello, invocaron una «amenaza de intervención» y advirtieron que «cualquier intento de violación del espacio aéreo» dará lugar a «una respuesta enérgica e inmediata».

El Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP), el órgano de los militares en el poder, afirmó también que se realizó un «despliegue previo para la preparación de la intervención en dos países de África Central», sin precisar en cuáles.

«Cualquier Estado involucrado será considerado cobeligerante», agregó.

Los senadores de Nigeria, peso pesado de la Cedeao, pidieron «fortalecer la opción política y diplomática».

Argelia, que no es miembro de la Cedeao, pero comparte casi 1.000 kilómetros de frontera con Níger, también expresó sus reservas.

Niamey, la capital de Níger, amaneció el lunes en calma tras una concentración de unos 30.000 partidarios de los militares, en el mayor estadio del país.

La multitud ondeó banderas de Níger, de la vecina Burkina Faso y de Rusia, abuchearon a Francia y la Cedeao, y aclamaron a los miembros del CNSP que llegaron al lugar.

El general Mohamed Toumba, número tres del CNSP, tomó la palabra para denunciar a los que «acechan en las sombras» y que «están tramando la subversión» contra el «avance de Níger».

«Estamos al tanto de su plan maquiavélico», dijo.

El domingo por la noche, Francia anunció la suspensión «hasta nuevo aviso» de todas sus «acciones de ayuda al desarrollo y apoyo presupuestario» en Burkina Faso.

El gobierno de Italia dijo este lunes esperar que el ultimátum «se prolongará», al señalar que «la única salida» a la crisis «es diplomática».

Dos de los países vecinos, Nigeria y Argelia, son, en cambio, partidarios de una solución diplomática.

El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, también pidió el domingo a los líderes del golpe que claudiquen.

«Condenamos el intento de golpe en Níger, que plantea una seria amenaza a la paz y la seguridad de la subregión, dijo Ouattara.