Al menos unos 16 palestinos han muerto a causa de una serie de nuevos bombardeos del Ejército de Israel contra diversos puntos de la Franja de Gaza, incluidos once en la ciudad de Rafá. Entre los fallecidos habría un menor de catorce años.

Los bombardeos han alcanzado viviendas, hospitales, escuelas que han sido destruidas o gravemente dañadas. El 84% de los centros de salud se han visto afectados por los ataques.

El centro de rehabilitación para niños con discapacidad visual de UNRWA en Gaza está prácticamente destruido, esta institución permitió que pequeños con esta discapacidad estudiaran, se expresaran y soñaran con un futuro lleno de posibilidades. Pero la brutal violencia lo ha dejado destrozado.

Por su parte, el Ejército israelí ha señalado este mismo jueves que su Fuerza Aérea bombardeó durante el último día «muchos objetivos de la organización terrorista Hamás en la Franja de Gaza», incluidas «sedes operativas, edificios militares y posiciones de lanzamiento».

«Múltiples objetivos fueron atacados desde el aire para ayudar a las tropas terrestres que operan en la Franja», ha dicho, antes de señalar que doce «terroristas» fueron «eliminados» en distintos enfrentamientos registrados durante las últimas 24 horas en la ciudad de Jan Yunis, también situada en el sur de Gaza y en la que se encuentra el Hospital Naser, contra el que el Ejército lanzó una incursión durante la jornada del jueves.

«En otro ataque, un avión violentó un vehículo y mató a tres terroristas de la organización terrorista Hamás», ha remarcado. La ofensiva de Israel contra Gaza, lanzada tras los citados ataques de Hamás –que dejaron 1.200 muertos y 240 heridos–, ha causado ya la muerte de más de 28.600 palestinos, según las autoridades gazatíes.

A estos balances se suman cerca de 385 palestinos muertos en Cisjordania y en Jerusalén Este a manos de las fuerzas de seguridad de Israel y en ataques ejecutados por colonos.