La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, volvió a defender el impuesto a lo que denominó como «ganancias extraordinarias» de los bancos, anunciado la semana pasada, y afirmó que fue su decisión personal avanzar con el gravamen y que «tomaría de nuevo» la iniciativa que provocó reacciones de las entidades.

«Claro que tomaría de nuevo la decisión, es una iniciativa que quise yo», afirmó Meloni en una entrevista publicada este lunes con los diarios Repubblica, Corriere y La Stampa.

La semana pasada, la premier anunció un impuesto del 40 % sobre los bancos para las instituciones que en 2023 hayan ganado más de 6 % con respecto a 2022. La alícuota, que servirá para financiar el acceso a la vivienda para menores de 35 años, también se aplicará a los bancos que en 2022 hayan ganado más de 3 % frente al año precedente.

Tras una fuerte reacción negativa de los bancos, que empujaron hacia abajo la cotización de la bolsa de Milán apenas conocido el impuesto, el Gobierno aclaró luego que el pago no superará el 0,1 % del patrimonio total de cada institución, lo que de todos modos daría una recaudación de unos 2.500 millones de euros.

A la hora de justificar el impuesto, como había hecho la semana pasada, la premier hizo hincapié en la suba de tasas que los bancos cobran por sus préstamos pero que luego no reconocen a los ahorristas.

«Había una situación de desequilibrio. El sistema bancario se apresuró a subir los intereses hipotecarios, pero dejó intactos los que reconocía a los ahorristas y se creó una distorsión», argumentó.