Más de 100.000 manifestantes pro-palestinos marcharon este sábado por el centro de Londres, y la policía realizó más de 80 arrestos mientras intentaba evitar enfrentamientos entre los manifestantes y grupos opuestos a la concentración.

El primer ministro, Rishi Sunak, sostuvo que era una falta de respeto realizar la manifestación el Día del Armisticio, y los ministros habían pedido la cancelación de la marcha, la mayor hasta ahora de una serie para mostrar apoyo a los palestinos y pedir un alto el fuego en la Franja de Gaza.

La policía dijo que había «un número significativo» de contramanifestantes presentes en el centro de Londres, y se generaron escaramuzas entre ellos y las fuerzas de seguridad cerca del monumento a los caídos en el Cenotafio, cerca de las Casas del Parlamento y en Westminster.

Algunos de los manifestantes de derecha arrojaron botellas a los agentes y los vehículos policiales circularon a toda velocidad por la ciudad para responder a los informes de tensiones en las calles.

La Policía Metropolitana de Londres informó más tarde que había realizado 82 arrestos de contramanifestantes en una medida diseñada para mantener la paz, ya que grupos de extrema derecha habían tratado de acercarse a la manifestación pro-palestina. Se realizaron otras 10 detenciones por otros delitos.

«Seguiremos tomando medidas para evitar el desorden que probablemente se produciría si eso sucediera», indic+o la policía en un comunicado en las redes sociales.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, y el primer ministro de Escocia, Humza Yousaf, culparon a la ministra del Interior, Suella Braverman, de envalentonar a la extrema derecha después de que ella acusara a la policía a principios de semana de favorecer a las «turbas pro-palestinas».

«Las escenas de desorden que presenciamos por parte de la extrema derecha en el Cenotafio son resultado directo de las palabras de la ministra del Interior», expresó Khan en las redes sociales.

Mientras se reunían en el punto de partida, se podía oír a los manifestantes pro-palestinos gritar «Del río al mar, Palestina será libre», un grito que muchos judíos consideran antisemita y una llamada a la erradicación de Israel.

Otros portaban pancartas que decían «Palestina libre», «Detengan la masacre» y «Dejen de bombardear Gaza» mientras caminaban por la ruta de la marcha, que debía terminar en la embajada de Estados Unidos.

Desde el asalto de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre, ha habido un fuerte apoyo y simpatía hacia Israel por parte de los gobiernos occidentales, incluido el británico, y de muchos ciudadanos. Pero la respuesta militar israelí también ha provocado ira, con protestas semanales en Londres exigiendo un alto el fuego.

En París, varios miles de manifestantes, incluyendo a algunos legisladores de izquierda, marcharon con pancartas y banderas en favor de los palestinos el sábado por la tarde para pedir un alto el fuego en Gaza.