Al menos 74 civiles murieron durante dos días de combates en la ciudad sudanesa de Al Genaina, capital del estado de Darfur, uno de los epicentros del conflicto entre el Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), informó este viernes el sindicato de médicos del país.

«Al menos 74 personas murieron el 24 y 25 de abril en combates en Al Geneina y aún no podemos establecer un balance para los días 26 y 27 de abril porque todos los hospitales de la ciudad están ahora fuera de servicio», precisó el sindicato del país africano.

«Numerosos heridos y víctimas mortales por los choques no han sido incluidos en este recuento y no han podido llegar a los hospitales por la dificultad del traslado y la situación de seguridad en el país», informó el sindicato en un comunicado.

Agregó que en todo el país se registraron al menos 387 civiles muertos y casi 2.000 heridos desde el inicio de los combates, el 15 de abril pasado, una cifra que el Ministerio de Salud elevó a 512 y 4.000 respectivamente.

Los combates continuaron este viernes en varias zonas de Sudán, pese a que las dos partes en conflicto, el ejército liderado por el general Abdel Fatah al Burhan y los paramilitares, acordaron prorrogar una tregua mediada por Estados Unidos destinada a frenar los combates.

«La situación sigue siendo muy tensa. Ayer fue un día muy difícil. No hay más comida», porque «los mercados han sido saqueados», dijo a la agencia de noticias AFP un habitante de Al Geneina.

Darfur, que entre 2003 y 2008 sufrió un conflicto étnico que se cobró la vida de 300.000 personas, es una de las zonas más azotadas por los combates.

De allí provienen muchos de los combatientes de las FAR, que considera ese lugar como uno de sus principales feudos.

Las hostilidades estallaron el 15 de abril en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las FAR, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, a las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición, tras el golpe de Estado que en octubre de 2021 derrocó al primer ministro de unidad nombrado en un acuerdo entre militares y civiles.

Se trata de un conflicto de poder entre los militares y paramilitares que encabezaron la asonada que en abril de 2019 derrocó a Omar al Bashir, quien lideraba el país desde 1993.

Varios países estuvieron evacuando al personal de sus delegaciones diplomáticas y a los connacionales que encontraban en Sudán, entre ellos China, Estados Unidos, Japón y el Reino Unido.

Turquía, que aprovechó la tregua de 72 horas declarada este jueves para evacuar a su personal, denunció este viernes que un avión dispuesto para esa tarea fue atacado, aunque sin que se registraran víctimas ni daños.

«Nuestro avión aterrizó de forma segura. A pesar de que no ha habido heridos entre nuestro personal, se han llevado a cabo los controles necesarios en el aparato», informó el Ministerio de Defensa turco sin detallar quién habría estado detrás de los disparos.

El Ejército sudanés, sin embargo, acusó a las FAR de abrir fuego contra el avión en «una clara violación del alto el fuego y una obstrucción de las evacuaciones de diplomáticos y extranjeros de Sudán», según la agencia de noticias Europa Press.

Las FAR negaron «categóricamente» su implicación en el suceso y aseguraron que están «estrictamente comprometidas» con la nueva tregua.

Agregaron que la base desde las que salieron los disparos está en un área que no está bajo su control, por lo que «toda la responsabilidad recae sobre los golpistas (en referencia al Ejército), que están intentando culparlas para sabotear sus relaciones «con los países hermanos y amigos».

«Hemos jugado un papel activo a la hora de garantizar la evacuación segura de la misión turca de todas las ciudades durante los últimos días y no sería razonable que atacáramos un avión de evacuación turco», expresó el grupo paramilitar en un comunicado.