Los grandes bloques de centroderecha y centroizquierda de Italia continúan la búsqueda de un «candidato compartido» que pueda tener la mayoría simple del Parlamento para ser elegido como el sucesor de Sergio Mattarella en la Presidencia del país, luego de cuatro días con mayoría de votos en blanco y sin candidatos firmes para el cargo.

Mattarella, que termina su mandato el 3 de febrero, volvió a ser hoy el candidato más votado por los 1.009 «grandes electores» que desde el lunes buscan definir al futuro jefe de Estado, pese a su deseo público de no buscar la reelección pese a la habilitación constitucional.

Mattarella, de 80 años, recibió este jueves 166 votos, en crecimiento frente a los 125 de este mércoles y los 39 del martes más allá de su ya explicitada intención de abandonar el cargo el próximo jueves. Este jueves, los protagonistas fueron las 441 abstenciones de la centroderecha y los 261 votos en blanco de la centroizquierda.

Hasta el momento, tras cuatro días consecutivos en los que ninguna fuerza pudo proponer un candidato que alcanzara el mínimo requerido por la Constitución, los dos grandes bloques de centroizquierda y centroderecha siguen trabajando en un acuerdo para llegar a un nombre compartido tras una serie de vetos cruzados durante toda la semana. Las votaciones seguirán mañana desde las 11 de Roma (7 de Argentina).

Desde la centroderecha, en las últimas horas se aceleraban las negociaciones para que las seis fuerzas del sector promovieran a la diplomática y actual responsable de los servicios secretos Elisabetta Belloni, mientras que la centroizquierda buscaba consolidar los consensos en torno al ex presidente de Diputados Pierferdinando Casini.

Sin haber sido todavía propuestos oficialmente como candidatos, Belloni obtuvo dos votos este jueves y Casini tres, en lo que analistas indicaron como una forma de mostrar que están en carrera para ser lanzados por alguno de los partidos.

En el medio de esos dos nombres de perfil político, los dos bloques mayoritarios discutirán una larga lista de magistrados con perfil institucional, como el jurista Giuliano Amato o el ex juez de la Corte Constitucional Sabino Cassese para poder llegar a un acuerdo en la votación de mañana. Amato obtuvo hoy cuatro votos.

En ese marco, la centroderecha había pedido este jueves que los electores de las principales fuerzas «superen vetos y conflictos, y converjan para dar a Italia un nuevo Presidente de la República».

La sesión conjunta que reúne a 6 senadores vitalicios de designación presidencial, 321 senadores y 630 diputados elegidos en las elecciones de 2018 y 58 delegados enviados por las 20 regiones del país se reúne en «sesión conjunta» desde el lunes y busca darle a Italia un nuevo jefe de Estado para los próximos siete años, con la posibilidad de que una mujer llegue por primera vez al cargo.

En las primeras tres votaciones, el mínimo para ser elegido Presidente era de dos tercios (673 votos), mientras que a partir de la cuarta votación de hoy y hasta que se llegue a un acuerdo el umbral es el de mayoría simple, 505 apoyos.

A lo largo de la historia, cuatro de los doce presidentes del país fueron elegidos en la cuarta votación, incluidos Mattarella y su antecesor Giorgio Napolitano.

El actual primer ministro, Mario Draghi, impulsado por sectores del centroizquierdista Partido Democrático y que aparecía como un candidato firme al inicio de las votaciones, perdió puestos en la carrera a la Presidencia luego de los vetos explícitos que recibió de las dos fuerzas con mayor cantidad de electores, el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga. Draghi, economista de 74 años, alcanzó este jueves cinco votos.

Con dos grandes bloques de centroizquierda y centroderecha virtualmente empatados en torno a los 450 grandes electores cada uno, la clave pasará por ver cómo las distintas fuerzas logran convencer a los cerca de 140 votantes de centro y de partidos pequeños que permanecen fuera del sistema de vetos cruzados de los partidos mayoritarios.

Las votaciones, coordinadas por el presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Fico, se harán una por día y se llama a los grandes electores en grupos de a 50 para evitar aglomeraciones.

Además del nombre que ocupará la Presidencia durante los próximos siete años, la elección del sucesor de Mattarella puede tener consecuencias sobre el Gobierno de Draghi, en su cargo desde febrero de 2021 en base a una designación del actual mandatario.

Con casi todos los partidos con representación parlamentaria dentro de la coalición de Gobierno, Draghi planteó a fin del año pasado que la intención es que las fuerzas que lo sostienen puedan también converger en un candidato común para la Presidencia y evitar así una crisis política.

Además de Belloni, la ministra de Justicia Marta Cartabia es la otra mujer que aparece en las votaciones y, con los seis votos que obtuvo este jueves, muestra que continúa en carrera para llegar al Quirinal.