En el marco de la II Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y la Defensa de la Vida, que se está llevando a cabo en Tiquipaya, localidad del departamento de Cochabamba en Bolivia, en la cual participan más de 7.000 personas provenientes de todos los continentes, el presidente de ese país, Evo Morales, hizo entrega este domingo al  secretario general de la ONU, Ban Ki-moon -participó activamente de la conferencia y recorrió algunas localidades bolivianas junto al primer mandatario- de las “Contribuciones Previstas y Determinadas” de Bolivia para salvar a la Madre Tierra (Pachamama).

Dicho documento contiene 10 puntos, que son los que conforman parte de la propuesta de Bolivia para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 21), que se realizará en París a fin de año.

“Yo quiero aprovechar este momento para que el mundo no olvide este día. Saben que hay un debate fuerte en el mundo sobre la Madre Tierra, la Pachamama, y los gobiernos tenemos la responsabilidad de entregar un documento a las Naciones Unidas, el documento llamado Contribución Prevista Determinada Nacionalmente del Estado Plurinacional de Bolivia, un documento preparado desde Bolivia para cuidar la Madre Tierra, la Pachamama”, remarco Evo Morales.

Los puntos más importantes de la propuesta boliviana plantean: adoptar un nuevo modelo “civilizatorio” en el mundo, sin consumismo, “guerrerismo”, mercantilismo ni capitalismo, construyendo y consolidando un orden mundial para el “vivir bien”; incentivar la protección de los derechos de la Madre Tierra, de forma articulada con los derechos de los pueblos para su desarrollo integral, defender los bienes comunes y universales, como mares, agua,  espacio atmosférico, promoviendo el acceso de los pueblos al patrimonio común, promover la eliminación de patentes de las tecnologías y el reconocimiento del derecho humano a la ciencia y tecnología de la vida, pedir a los gobiernos del mundo concebir el agua como un derecho humano, abogar por la constitución de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Madre Tierra, “para facilitar que los países cumplan sus compromisos internacionales con el cambio climático”, en un contexto de respeto a los derechos de los pueblos, la erradicación de la mercantilización de la naturaleza y de los mercados de carbono, que promueven millones de negocios climáticos, pero no resuelven el problema de la crisis climática, promover la descolonización de los recursos naturales, de visiones coloniales ambientales sesgadas, y que ven a los pueblos del sur como guardabosques de los países del norte, y a las comunidades, como enemigos de la naturaleza.

Por su parte, Ban Ki-Moon, quien acompañó al presidente Morales en un acto en el cual el primer mandatario realizó la entrega de un coliseo, una casa municipal y 30 viviendas sociales al municipio de Vila Vila, expresó: “Yo estoy aquí para hacer un llamado hoy en día, yo prometo a ustedes erradicar la pobreza extrema para año 2030 y Naciones Unidas promete logar la igualdad de género para el año 2030 incluyendo a los pueblos indígenas”,

El secretario general de la ONU además respaldó el movimiento comunitario en Bolivia, similar -dijo- al que surgió en su país orientado a cambiar la comunidad.

El encuentro, en cuyo cierre participarán además de Ban Ki-Moon y Evo Morales, los presidentes de Venezuela y Ecuador, Nicolás Maduro y Rafael Correa, contó también con la participación del ex juez español Baltazar Garzón, quien en su exposición del día domingo consideró que la demanda marítima de Bolivia, contra Chile, es “absolutamente justa” y dijo que el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que se declaró competente en ese litigio, abre una puerta para que se consolide el derecho boliviano de retornar a las costas del Océano Pacífico.

“Yo creo que es una demanda absolutamente justa, y creo que la decisión de la Corte Internacional de Justicia abre esa puerta para que de una vez se consolide lo que es un derecho de todo el pueblo boliviano”, remarcó.

A su juicio, la demanda marítima de Bolivia debió haberse resuelto hace mucho tiempo, pero dijo que a veces “la torpeza política y los intereses económicos interfieren en lo que son las necesidades de los pueblos”.

Garzón reveló que coadyuvó en el origen de la demanda marítima boliviana y, además, sugirió a algunos juristas internacionales para formar el equipo para el litigio en la CIJ de La Haya, entre ellos, el jurista Remiro Brotóns. “Es un equipo muy sólido y que tiene que continuar en la línea que están trabajando”, agregó.

En ese sentido, la numerosa delegación chilena, que participó activamente, compuesta por alrededor de 500 integrantes, se pronunció en total apoyo a las demandas marítimas del pueblo boliviano.

Debates, participación y propuestas

El ministro de Planificación del Desarrollo boliviano, René Orellana, se mostró plenamente satisfecho al informar que la II Conferencia sobre el Cambio Climático reunió a más de 7.600 personas de todas partes del mundo.

Al hacer una evaluación general del trabajo de las mesas para elaborar una agenda conjunta para defender el medio ambiente, Orellana dijo que “se registró una capacidad propositiva impresionante” de todos los movimientos sociales que estuvieron presentes, y remarcó que: “hubo un trabajo intenso en los grupos de trabajo así como en los paneles de discusión”.

Por su parte, la ministra de Comunicación, Marianela Paco, señaló que el encuentro sirvió para “reflexionar y generar desafíos para el cuidado de la Madre Tierra, después de dos días de intensos debates. Esta interrelación creo que hoy es más que nunca un punto de reflexión, un punto de debate que ha de permitir desafíos para la transformación de la misma sociedad y al mismo tiempo para que los gobiernos puedan asumir responsabilidades y hagan el trabajo que tiene que hacer de cara a cuidar la vida”.

Consideró que la conferencia sirvió también para llevar adelante una estrategia de los pueblos para garantizar el futuro del planeta y la humanidad. “Esa búsqueda de equilibrio para el bienestar de la humanidad en armonía con la Madre Tierra en definitiva es un gran desafío”, remarcó la Ministra de Comunicación.

Los ejes que se repitieron a lo largo de los tres días de la cumbre fueron la necesidad de identificar al capitalismo como el causante de la gran herida al planeta, la necesidad de combatir la “mercantilización de la naturaleza”, mediante la cual los países más desarrollados intentan comprar los recursos naturales a países menos desarrollados y la fundamental contradicción a la que nos enfrente el siglo XXI, que es el enfrentamiento del mercado con la vida.

En ese sentido, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, expresó que en diciembre, el COP21 en París, el lobby de las empresas petroleras, carboneras y dedicadas a la economía fósil será importante, y para contrarrestarlo en necesario llevar a dicha cumbre la agenda alternativa de los movimientos sociales.

En esa misma línea se expresaron los funcionarios del gobierno de Bolivia y el primer mandatario, Evo Morales, quien respondió las intervenciones del canciller de Francia, Laurent Fabius, con las siguientes palabras: “Los gobiernos que vamos a acudir a la cumbre de París tenemos que elegir entre llevar el mensaje del imperio o el mensaje de los pueblos del mundo, el de las transnacionales o el de los movimientos sociales”.