El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, exhortó este miércoles a Estados Unidos a «apoyar más» la búsqueda de soluciones a la crisis migratoria atendiendo al origen de la situación, más allá de las políticas de contención.

El mandatario mexicano habló en su habitual rueda de prensa matutina, poco antes de reunirse con una delegación estadounidense encabezada por el secretario de Estado, Antony Blinken.

«En el tema migratorio estamos nosotros ayudando mucho, lo vamos a seguir haciendo. Ellos saben muy bien cuáles son nuestras propuestas, siempre hemos hablado de que hay que atender las causas, que lo ideal es que se ayude a los países pobres», dijo el mandatario.

«Lo que se tiene que buscar es que la gente pueda tener trabajo, ingreso, ser feliz donde nació, donde están sus familiares. Eso es lo ideal, no la contención, sino el que la gente no salga de sus comunidades», defendió.

«Cuando hay crisis económica o política, se incrementa el flujo migratorio. Entonces hay que atender esas causas», agregó López Obrador, mientras que advirtió a su vecino del norte de las malas consecuencias que tiene usar esta crisis con fines electoralistas a un año de las presidenciales estadounidenses.

«Hay elecciones en Estados Unidos, el tema migratorio lo usan como bandera y hay campañas sobre el tema», mencionó el presidente mexicano, quien criticó en reiteradas ocasiones algunas de las políticas de inmigración que han puesto en marcha estados gobernados por los republicanos.

«Tenemos que evitar que se ponga en riesgo a la gente, porque son travesías muy peligrosas y hay traficantes de personas y también organizaciones alentadas con ese propósito», remarcó López Obrador, según recogió el diario ‘La Jornada’.

Este miércoles está prevista una reunión entre una delegación estadounidense de alto nivel y autoridades mexicanas para hablar de la crisis migratoria y la actual situación en la frontera tras conversaciones telefónicas entre los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y su par mexicano.

Biden había pedido al secretario de Estado, Blinken; al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y a la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood Randall, que viajen a México luego de coincidir durante una llamada telefónica en que se necesitan acciones adicionales a lo largo de la frontera común para reabrir puertos de entrada clave.

La visita del jefe de la diplomacia estadounidense, inusual al realizarse en la semana de Navidad, se programó de forma abrupta, en un momento en que el Partido Republicano presiona a Biden para que adopte medidas contra la migración a cambio de que sus congresistas aprueben nuevas ayudas para Ucrania.

«Los dos líderes coincidieron en que se necesitan con urgencia medidas adicionales para hacer cumplir la ley, de modo que los puertos de entrada clave puedan reabrirse a lo largo de nuestra frontera compartida», había detallado el coordinador de Comunicaciones Estratégicas de la Casa Blanca, John Kirby.

Alrededor de 10.000 migrantes, según autoridades estadounidenses, tratan de entrar sin permiso a diario por la frontera sur, casi el doble que antes de la pandemia.

México acordó tanto con Biden como con su predecesor, el republicano Donald Trump, acoger, al menos temporalmente, a migrantes que tratan de entrar a Estados Unidos.

Sin embargo, Kirby dijo que ha habido un «aumento dramático» en la migración a través de la frontera.

Gran parte de los migrantes proceden de Centroamérica, aunque en los últimos meses ha aumentado el número de venezolanos y haitianos, que huyen de la pobreza y la violencia que asolan sus países.

Una caravana de miles de migrantes partió el domingo desde el sur de México ante la imposibilidad de conseguir un permiso que les permita cruzar el país para llegar a Estados Unidos.

Algunas de las medidas posibles serían aumentar los puestos de control en líneas ferroviarias y carreteras y ampliar la presencia de fuerzas de seguridad en la frontera sur de México, señaló Kirby.