Los mandatarios latinoamericanos y de la península ibérica buscarán hoy respuestas comunes a la pandemia de coronavirus que se abate con fuerza sobre la región, en una Cumbre Iberoamericana semipresencial en Andorra precedida de críticas de varios presidentes ante la desigual vacunación en el mundo.

Con la gran mayoría de los líderes latinoamericanos participando de forma telemática, la cita persigue también fórmulas para la recuperación postcovid, para evitar que la crisis económica por la pandemia derive en una nueva «década perdida», como la de los ochenta en la región.

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En la reunión plenaria pautada para las 14 (las 11 de Argentina) en Soldeu, una pequeña localidad rodeada de estaciones de esquí en el Principado de Andorra, se espera una alta participación: intervendrán todos los presidentes latinoamericanos, entre ellos Alberto Fernández, salvo los de Brasil, México y Paraguay.

De forma presencial solo asisten los presidentes de Guatemala y República Dominicana, en calidad de anfitriones de la anterior y la próxima cumbre, así como los jefes de gobierno de Andorra, Portugal y España, también representado por el rey, Felipe VI.

Uno de los temas clave de esta reunión, que marca tres décadas de estos foros políticos iberoamericanos desde su fundación en 1991, será el acceso a las vacunas contra el coronavirus, cuya administración sigue siendo muy baja en América Latina, con menos del 10% de la población vacunada.

Precisamente la inequidad en su distribución desató críticas de algunos mandatarios ayer en los eventos previos a la cumbre en Andorra La Vieja, capital de este microestado europeo ubicado entre España y Francia.

«Un pequeño grupo de países tienen todas las vacunas y la gran cantidad de países no tenemos acceso a la vacuna», lanzó el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, durante la clausura de una conferencia empresarial.

Ante esta situación, América Latina ha recurrido a otras vacunas, como la rusa Sputnik V, aprobada en más de 10 países de la región y que comenzará a producirse en Argentina.

El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, anunció que su país «donará, en cuanto sea posible, vacunas a América Latina», pero sin especificar el número de dosis.

De la cumbre debe salir un llamado firme al «acceso universal a la vacunación como un bien público global», y a «fortalecer» Covax, el fondo de la ONU para suministrar vacunas contra el coronavirus gratis o con descuentos a países de bajos y medianos ingresos, dijo la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan.

Un deseo ferviente en América Latina, la segunda región más enlutada del mundo con casi 868.000 fallecidos y 27,3 millones de contagios, y que vive de nuevo una situación sanitaria grave, con récords diarios de muertes y contagios en varios países.

La cumbre busca también respuestas para la recuperación postpandemia, tras la debacle económica en 2020, cuando América Latina vio su PIB desplomarse un 7% y sus indicadores en pobreza y pobreza extrema perder décadas de avances.

Para allanar el camino a la financiación, la cumbre respaldará el aumento de los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, que significarán 70.000 millones de dólares adicionales para América Latina, y además planteará que los países desarrollados puedan ceder sus DEG a otras naciones que las necesiten más.