Las inversiones extranjeras directas en el mundo se hundieron en el primer semestre del año por el efecto de la reforma fiscal votada en 2017 en Estados Unidos, que llevó a muchas multinacionales del país a «repatriar» sus beneficios, indicó este lunes una agencia de la ONU.

Según el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), las inversiones extranjeras directas (IED) cayeron a 470.000 millones de dólares (unos 405.000 millones de euros) en el mundo durante el primer semestre de 2018, un 41% menos en un año.

«Las IED en el mundo están a un nivel muy, muy bajo en comparación con hace diez años», dijo el director de la división de inversión y empresas de la UNCTAD, James Zhan, en una rueda de prensa. “En conjunto, el panorama sigue siendo sombrío y las perspectivas no son muy optimistas», añadió.

Las IED son las inversiones con interés duradero de organismos de un país en otro país distinto. La noción de «interés duradero» permite distinguir las IED de los flujos únicamente financieros, más volátiles.

La fuerte caída del primer semestre «se debe en gran parte a la repatriación de beneficios de las multinacionales estadounidenses hacia Estados Unidos», el país que hasta ahora el principal emisor de IED, explicó Zhan.

La reforma fiscal adoptada a finales de 2017 por el presidente Donald Trump, la más importante en 30 años, redujo en particular el impuesto de sociedades, que pasó del 35% al 21%.

Durante le primer semestre, todas las regiones del mundo registraron una caída de las IED, según el informe, la más importante en Europa (-93% en comparación anual).

Durante el periodo, el Reino Unido se convirtió en el segundo país receptor de inversiones extranjeras directas en el mundo, por detrás de China.