La derecha y la extrema derecha austriacas lanzarán formalmente su coalición el sábado en un lugar con gran carga simbólica, el monte del Kahlenber en Viena, donde se inició la reconquista de Europa central contra las fuerzas otomanas en 1683.

El líder conservador Sebastian Kurz, que se convertirá con 31 años en el dirigente más joven del mundo, y su nuevo aliado Heinz- Christian Strache, líder del Partido de la Libertad (FPO), sellaron el viernes un acuerdo de gobierno que marca la vuelta de la extrema derecha al poder en Austria.

Presentado a primera hora de la mañana al presidente de la República, Alexander Van der Bellen, este acuerdo de 160 páginas será validado inmediatamente después por las instancias de los dos partidos.

Esta alianza corona un año de éxitos para la extrema derecha en Europa, con un gran avance en Holanda, Francia y Alemania, sin lograr no obstante alzarse con el poder.

Las cuestiones de la inmigración y del islam dominaron la campaña que condujo a la victoria a Kurz en las legislativas del 15 de octubre, dos años después de la llegada masiva de refugiados a Europa en 2015.

El joven líder conservador, que presume de ser uno de los artífices del cierre de la ruta de los Balcanes a los inmigrantes en 2016, como ministro de Asuntos Exteriores se posicionó claramente del lado del FPO en este asunto, abriendo la vía a la nueva coalición.

«En primer lugar, queremos mejorar la seguridad en nuestro país, lo que incluye combatir la inmigración ilegal», recordó el viernes. Además, «queremos aliviar la presión fiscal, queremos reforzar nuestra economía, lo que mejorará nuestro sistema social», señaló.

Según fuentes concordantes, el FPO debería por primera vez obtener al menos tres ministerios: Defensa, Interior y Asuntos Exteriores. Estas dos últimas carteras siempre se le habían escapado hasta ahora. Strache se convertiría en vicecanciller.