La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Unrwa, advirtió este lunes que en 48 horas suspenderá sus operaciones de ayuda en Gaza debido a la falta de combustible y los incesantes bombardeos israelíes sobre la población civil e instalaciones como el hospital de Al Shifa, el más grande del enclave, donde siete bebés prematuros y 27 pacientes de cuidados intensivos murieron desde el sábado por falta de electricidad.

«Las operaciones humanitarias en Gaza se paralizarán en las próximas 48 horas, ya que no se permite la entrada de combustible a Gaza», indicó Thomas White, el director de la Unrwa, en la red social X.

Enseguida, añadió: «Esta mañana, dos de nuestros principales subcontratistas de distribución de agua pararon de trabajar -ya no tienen combustible-, lo que dejará a 200.000 personas sin agua potable» en el pequeño territorio, donde más de la mitad de los 2,4 millones de habitantes están desplazados y dependen totalmente de la ayuda humanitaria para sobrevivir.

Desde el 7 de octubre, tras el ataque sin precedentes de Hamas, que mató a 1.400 personas y tomó a 240 personas de rehén, entre ellos una veintena de argentinos, Israel bloquea el enclave palestino, cortando suministros eléctricos, de agua potable y combustible al tiempo que bombardea de forma incesante a la población civil en sus domicilios, escuelas, jardines de infantes y hospitales.

El viceministro de Salud de la Franja de Gaza, Yusef Abu Rish, afirmó el domingo que un bombardeo israelí destruyó el edificio del servicio de cardiología del hospital Al Shifa de Ciudad de Gaza, el más grande del territorio palestino controlado por el movimiento Hamas.

Además, ante la falta de combustible para hacer funcionar los generadores, el hospital quedó sin electricidad, informó el Ministerio de Salud.

Abu Rish anunció este lunes la muerte de «siete bebés prematuros» y «27 pacientes en cuidados intensivos» desde el sábado debido a la falta de electricidad en el hospital de Al Shifa.

El Ejército israelí había dicho el domingo en un comunicado que los soldados que llevan adelante la ofensiva en Gaza «abrieron y aseguraron un paso que permite evacuar a la población civil, a pie y en ambulancias, de los hospitales Shifa, Rantisi y Nasser».

Pero las familias que intentaron salir del hospital de Al Shifa aseguraron haber sido tiroteadas cuando quisieron evacuar, confirmó el Ministerio de Salud de Gaza.

Según la misma cartera, más de 11.100 personas murieron, en su mayoría civiles, desde el 7 de octubre a causa de los ataques israelíes.

Casi la mitad de los muertos de la ofensiva israelí son niños y niñas.

En paralelo, el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, pidió este lunes pausas «reales» en los combates en Gaza, que permitan la entrega urgente de combustible para mantener en funcionamiento los hospitales en ese territorio palestino.

«Es urgente definir y respetar las pausas humanitarias (…). Estas pausas tiene que ser pausas reales», dijo Lenarcic antes de una reunión de ministros de Relaciones Exteriores del bloque en Bruselas, informó la agencia de noticias AFP.

Los países de la Unión Europea (UE) emitieron el domingo una declaración diciendo que los hospitales en Gaza «deben ser protegidos» y condenó al grupo islamista Hamas por utilizar las instalaciones médicas y a los civiles como «escudos humanos».

Israel acusa a Hamas de utilizar los hospitales para lanzar ataques y ocultar túneles donde tiene sus posiciones militares, lo que el movimiento niega, afirmando que está dispuesto a recibir a «un equipo internacional» para investigar.

El bloque europeo exigió «pausas humanitarias inmediatas» para permitir que la ayuda llegue al territorio asediado.

En tanto, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, insistió en que «Gaza necesita más ayuda, desde cualquier punto de vista».

La Unrwa también informó que uno de sus locales en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza y frontera con Egipto, donde se refugian 1,5 millones de desplazados, sufrió el domingo «daños importantes» tras «tres ataques directos (…) de la armada israelí», según informó la agencia de noticias AFP.

«Los empleados internacionales de la ONU presentes en Rafah abandonaron el edificio 90 minutos antes del ataque», indicó la agencia, añadiendo que no se registró «ninguna baja entre estos empleados».

La Unrwa recuerda que facilitó a ambas partes del conflicto la localización exacta de todas sus infraestructuras. La ubicación de este edificio se proporcionó en dos ocasiones, la última el viernes.

«Este ataque demuestra una vez más que no hay ningún lugar seguro en Gaza: ni el norte, ni el centro, ni el sur», insistió la agencia de la ONU, mientras que el Ejército israelí ordena a los gazatíes que se marchen al sur, que presenta como más seguro.

En cinco semanas de ataques israelíes contra el pequeño territorio palestino, la Unrwa registró «más de 60 casos de daños colaterales o ataques directos infligidos a sus infraestructuras, principalmente escuelas que albergan a miles de civiles».

La agencia afirma que «al menos 66 desplazados han muerto y cientos resultaron heridos» en estos bombardeos.

La Unrwa indica que el 70 % de estas infraestructuras se encontraban en el sur de la Franja de Gaza.