SáBADO, 30 DE NOV

La crisis energética europea impacta al Reino Unido y se dispara el costo del gas y la electricidad

La escasez aumenta como consecuencia de una caída en las reservas de gas que provienen casi exclusivamente de Rusia y un aumento en los costos del carbono en la Unión Europea. Las plataformas británicas del Mar del Norte están cerradas por falta de mantenimiento debido a la pandemia.

La crisis energética que afecta al continente europeo está golpeando con mayor fuerza en el Reino Unido, con los precios del gas y la electricidad batiendo récords, lo que podría agravar también el desabastecimiento de alimentos que ya afecta al territorio británico tras la pandemia y el Brexit.

A medida que el Reino Unido se adentra en los meses más fríos del año, la escasez aumenta como consecuencia de una caída en las reservas de gas que provienen casi exclusivamente de Rusia y un aumento en los costos del carbono en la Unión Europea (UE).

Esta situación se agravó además por el incendio de un importante cable de alimentación que trae electricidad desde Francia y está funcionando a la mitad de su capacidad.

El Reino Unido es un importador neto de energía y Francia es su mayor proveedor a través de conectores que atraviesan el Canal de la Mancha.

Cabe destacar que la mitad de la electricidad del Reino Unido se genera en centrales eléctricas de gas.

Por otro lado, el país tiene varias plataformas en el Mar del Norte que están momentáneamente cerradas para realizar el mantenimiento que se detuvo durante la pandemia.

También tuvo uno de los veranos menos ventosos desde 1961, por lo que la energía eólica ha sido escasa y los expertos temen que la situación empeore con la llegada de las temperaturas más frías.

Mientras tanto, millones de hogares en Inglaterra, Gales y Escocia ya se enfrentan a un aumento del 12% en sus facturas de energía a partir de octubre, cuando entra en vigencia el precio máximo que los proveedores pueden cobrar a los clientes en un plan de pago estándar.

Los altos costos de la energía están ejerciendo presión sobre los proveedores, en particular las empresas más pequeñas, que no pueden trasladar los aumentos mayoristas a sus clientes debido a las regulaciones y por lo tanto muchas de ellas presentaron la quiebra.

Según informó el diario The Guardian, cinco pequeños proveedores quebraron en las últimas cinco semanas, dejando a más de medio millón de clientes necesitados de un nuevo proveedor, y fuentes del sector prevén que otros cuatro puedan quebrar antes de fin de mes, dejando a otro millón de personas en el limbo.

El Reino Unido tiene alrededor de 50 proveedores, pero los más pequeños tienen menos capital para cubrir sus compras de energía al por mayor contra el alza de precios y algunos se colapsaron en los últimos meses.

Los precios récord de la energía han obligado también a cerrar dos plantas de fertilizantes en el norte de Inglaterra y paralizar las plantas de acero.

Los productores de fertilizantes debieron cerrar, debido a una escasez del dióxido de carbono (CO2), un gas ​ampliamente utilizado en la producción y almacenamiento de productos alimenticios, lo que puede impactar directamente en el volumen de producción.

La industria de la carne británica también advirtió sobre una crisis inminente y la escasez de carne en los estantes de los supermercados debido a la escasez del CO2, utilizado para la matanza de ganado.

Según los analistas, de prolongarse la crisis, el Reino Unido podría enfrentarse a un duro invierno, con posibles apagones de electricidad, cierre provisional de fábricas y más suba de precios.

Los sindicatos también advirtieron que la crisis del mercado energético del Reino Unido podría empeorar en los próximos meses.

La BBC consignó que en el Reino Unido se estima que 10.000 muertes al año están vinculadas a habitar una vivienda sin climatizar, según la organización caritativa National Energy Action.

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