La cifra de niños y niñas desplazados en sus países en África subsahariana a causa de los desastres provocados por el cambio climático fue de 1,85 millones en 2022, casi el doble del año precedente. se informó este domingo.

En este contexto, la ONG Save the Children reclama «actuar con urgencia» a los países africanos ya que la crisis climática está teniendo «un impacto desastroso» sobre niños y niñas.

«Cuando los niños pierden sus hogares, pierden casi todo: su acceso a la atención médica, la educación, la alimentación y la seguridad. También pierden los elementos básicos de la estabilidad y el bienestar mental y emocional, como el sentido de la rutina, sus amigos y el derecho a jugar», afirmó Kijala Shako, de la oficina regional de la ONG Save the Children para África oriental y meridional.

«Estas cifras son suficientes para paralizar a cualquiera y, con suerte, estimularán a los líderes en la Semana del Clima de África a despertar ante las experiencias de los niños de toda la región», recalcó, antes de reclamar que se tengan en cuenta «las necesidades y los derechos de la infancia en la respuesta tan necesaria».

Save the Children publicó un comunicado con motivo de la reunión de este lunes en la capital de Kenia, Nairobi, para discutir soluciones a la crisis climática, luego de que el número de nuevos desplazamientos internos en África subsahariana fuera tres veces mayor que el del anterior, con 7,4 millones en 2022 respecto a los 2,6 millones de 2021.

La ONG agregó que estas cifras revelan la «cruda realidad» sobre la erosión «a un ritmo alarmante» de los derechos de los niños en la región a causa de los impactos causados por la crisis climática, y recordó que los países africanos son los que menos han contribuido a la misma, con la menor proporción de emisiones globales de gases de efecto invernadero de todas las regiones del mundo.

Vishna Shah, de la Oficina Regional de África Occidental y Central de Save the Children, señaló que «en Nigeria y en toda la región, muchos niños están aterrorizados. Se aferran a la supervivencia de un fenómeno climático extremo a otro, sin estar seguros de si las lluvias fuera de estación son una bendición para las malas cosechas o si arrasarán sus hogares».

«Estoy deseando ver a los niños y niñas expresar sus experiencias y preocupaciones a los líderes en la Cumbre Africana sobre el Clima de esta semana. Ellos no han hecho nada para causar esta crisis y necesitan que la comunidad internacional cumpla con los compromisos de financiación y que tenga en cuenta las necesidades únicas de la infancia», concluyó.