La misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que llegó este miércoles a la provincia ucraniana de Zaporiyia, visitará este jueves la central nuclear, donde iniciará sus «evaluaciones técnicas de la situación» e intentará establecer «una presencia permanente», anunció su director, el argentino Rafael Grossi, en momentos en que se intensifican las acusaciones entre Rusia y Ucrania sobre nuevos ataques en las inmediaciones de la planta.

«Nos preparamos para el verdadero trabajo que comienza mañana», declaró Grossi.

«Vamos a intentar establecer una presencia permanente de la agencia a partir de ese momento», agregó el director del OIEA.

Más temprano, las autoridades ucranianas dijeron que Moscú había bombardeado la ciudad donde se encuentra la planta nuclear, la más grande de Europa y ocupada por las fuerzas rusas desde marzo.

«El Ejército ruso bombardea Energodar», declaró en Telegram Evhen Yevtushenko, jefe de la administración de Nikopol, situada frente a esa localidad donde está la central, al otro lado del río Dniéper.

«La situación con estas provocaciones es peligrosa», añadió, citado por la agencia de noticias AFP.

Dmitro Orlov, alcalde de Energodar y actualmente exiliado tras la conquista rusa, publicó en Telegram imágenes del Concejo Municipal de esa ciudad con la fachada dañada.

Yevtushenko afirmó que los rusos, que controlan Energodar y la central, bombardearon la ciudad para culpar a las fuerzas ucranianas.

«El objetivo de este espectáculo es crear una imagen correspondiente para la misión del OIEA», sostuvo.

Por su parte, las autoridades designadas por el Kremlin en la provincia de Zaporiyia denunciaron que las tropas ucranianas habían atacado con misiles la ciudad de Tokmak, ubicada a poco más de 100 kilómetros de la planta nuclear.

«Hoy el régimen de Kiev volvió a atacar con misiles las instalaciones civiles en Tokmak. Se bombardeó un silo de granos, un depósito fue dañado seriamente, se quemaron 15.000 toneladas», indicó Vladímir Rogov, de la autoridad militar prorrusa, de acuerdo a la agencia de noticias Sputnik.

La misión de inspección del OIEA, agencia nuclear de la ONU, partió este miércoles desde Kiev y ya se encuentra en la provincia de Zaporiyia para inspeccionar la situación.

«Es una misión que busca evitar un accidente nuclear y preservar esta importante central nuclear, la más grande de Europa», indicó Grossi a la prensa en la ciudad de Zaporiyia, ubicada a unos 50 kilómetros de la central.

El diplomático argentino, que llegó el lunes a Kiev al frente de un equipo de 13 personas, explicó que pasarán «unos días» en el lugar e informarán sobre sus conclusiones al volver.

Grossi pidió «garantías» a ambas partes para poder ejercer su trabajo en la central, tomada por las fuerzas rusas desde principios de marzo.

El objetivo es que la misión trabaje para estabilizar la situación «en la medida de lo posible», manifestó.

La central nuclear está desde marzo en manos de Rusia que, según Kiev, habría desplegado cientos de soldados y almacenado munición en sus instalaciones.

Inicialmente, Ucrania temía que una visita del OIEA a Zaporiyia legitimara la ocupación rusa del lugar, pero después respaldó la misión si el equipo partía del territorio bajo su control.

Esto implicará que los inspectores deberán cruzar la línea del frente con garantías de seguridad de ambos lados.

En su habitual discurso nocturno, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció que Rusia seguía «sus provocaciones» en las zonas por las que debía pasar la misión para llegar a la planta.

«Espero que el equipo del OIEA pueda empezar su trabajo», afirmó Zelenski, que se había reunido antes con Grossi y había tildado la situación de «extremadamente amenazante».

«Los ocupantes no han abandonado la planta, continúan los bombardeos y no retiran las armas ni la munición del lugar. Están intimidando a nuestro personal. El riesgo de catástrofe nuclear debido a las acciones rusas no disminuye», insistió.