Con las urnas abiertas desde las 7 de la mañana (2 de la madrugada de Argentina), 126 ciudades italianas eligen hoy a sus alcaldes en un balotaje en el que la abogada y referente de la anti política, Virginia Raggi, podría convertirse en la primera mujer de la historia en gobernar Roma.

Además de definirse al próximo alcalde de la capital, casi 9 millones de italianos votarán hasta las 23 (18 horas de Argentina) para elegir autoridades en varias ciudades, entre ellas también Milán, Nápoli, Turín y Bolonia. Se trata de la segunda vuelta de la elecciones del 5 de junio pasado.

Raggi, del Movimiento Cinco Estrellas (M5E), venció en la primera vuelta con el 35.25% de los votos y puede ser coronada como la primera alcaldesa de la historia de Roma, si logra vencer al candidato del oficialista Partido Democrático (PD), Roberto Giachetti, quien entonces alcanzó el 24.87%.

Raggi logró capitalizar durante la campaña el descontento popular que existe en la capital italiana por la mala gestión de los servicios públicos y los recientes escándalos de corrupción, incluido el Mafia Capitale de 2014.

Giachetti,se basó en su experiencia en la política capitalina, y en los últimos días hizo énfasis en el rechazo del M5E a la posibilidad de que Roma busque organizar los Juegos Olímpicos de 2024.

Si bien en una entrevista a una agencia de noticias nacional la semana pasada Raggi auguró que su eventual triunfo en Roma podría convertirse en una derrota a nivel nacional para el PD del primer ministro Matteo Renzi, lo cierto es que ni el primer ministro italiano ni el fundador y líder del M5E, el principal referente de la anti política en el país, Beppe Grillo, se han mostrado activos en la campaña en los últimos días.

Renzi, quien no tuvo una buena relación con el anterior alcalde de Roma -Ignazio Marino, quien debió renunciar a fines de 2015 por un escándalo de supuesta malversación de fondos-, ya anunció que más que hoy, la suerte de su gobierno se jugará en el plebiscito que en octubre próximo decidirá sobre la reforma constitucional aprobada en abril pasado.

Esa reforma constitucional, uno de los pilares de su gestión, propone, entre otros puntos, la reducción de funciones y miembros del Senado.

Además, en Milán, el candidato oficialista Giuseppe Sala define hoy el balotaje con el centroderechista Stefano Parisi, luego de una ajustada victoria por poco más de un punto porcentual en la primera vuelta.

En una ciudad considerada rica y que en los últimos años recibió grandes transferencias del gobierno central de cara a la Expo Milan del año pasado, el debate hacia la segunda vuelta estuvo centrado en la cuestión migratoria y en la poca participación que tuvieron en el proceso los dos referentes de la centroderecha que apoyan a Parisi: Matteo Salvini de la Liga Norte y Silvio Berlusconi de Forza Italia.

En Turín, mientras tanto, el M5E también podría alcanzar el gobierno si su candidata Chiara Appendino logra crecer desde el 30.9% que obtuvo en la primera vuelta y acercarse al 41.8% que consiguió el actual jefe comunal de centroizquierda, Piero Fassino.

Appendino se mantiene optimista porque Fassino consiguió en las últimas semanas concentrar el rechazo de muchas de las fuerzas políticas que no entraron al balotaje.

En la primera vuelta, con una participación del 64% de los 13 millones de personas habilitadas para votar, según los datos del Ministerio del Interior, la apatía política se hizo sentir en una Italia en la que se registró una caída de casi el 5% en la concurrencia a las urnas con respecto a los comicios municipales de 2011, con bajas promedio del 6% en las ciudades de Roma, Nápoles y Torino.

Hoy, hacia el mediodía italiano, había votado un promedio del 15% del padrón, incluidos los principales candidatos de cada ciudad, unos dos puntos menos que en la primera vuelta.