Más de 12 millones de personas votarán domingo y el lunes para elegir autoridades locales en Roma, Milán, Turín y más de 1.100 comunas italianas, en unas elecciones en las que habrá un sistema especial de sufragio para las personas en cuarentena y en las que las fuerzas que componen el Gobierno nacional compiten entre sí en las principales ciudades.

Un total de 12.015.276 personas están llamadas a votar el domingo de 7 a 23 y el lunes de 7 a 15 (5 horas menos en la Argentina) para elegir a los Gobiernos de 1.162 comunas, entre ellas 18 cabeceras de provincia como Roma, Turín, Milán, Nápoles y Bolonia.

En la capital Roma, 21 candidatos buscarán suceder a la actual alcadesa Virginia Raggi, del Movimiento Cinco Estrellas, que se postula para la reelección en el cargo que asumió en junio de 2016.

En la «ciudad eterna», las fuerzas de centroizquierda que a nivel nacional forman parte del Ejecutivo que sostiene a Mario Draghi como premier aparecen divididas en tres listas con posibilidades de llegar al Gobierno, con Raggi, el exministro de Economía Roberto Gualtieri del Partido Democrático y el exministro de Desarrollo Económico Carlo Calenda a la cabeza de su fuerza Acción.

Desde la centroderecha, las fuerzas que forman parte del Gobierno de Draghi, la ultraderechista Liga de Matteo Salvini y Fuerza Italia de Silvio Berlusconi, llegaron a un acuerdo con los opositores a nivel nacional de Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, para presentar como candidato de unidad del sector al abogado Enrico Michetti.

Según todas las encuestas, ninguna de las cuatro fuerzas principales alcanzará el 50% necesario para ganar en primera vuelta, por lo que las dos más votadas deberán ir a un balotaje previsto para el 17 y 18 de octubre.

De acuerdo con los sondeos, Michetti tiene un lugar asegurado en el segundo turno electoral, mientras las tres listas de centroizquierda aparecen con chances, tras una campaña centrada en las críticas a la gestión de Raggi y con ejes inéditos como la polémica por la invasión de jabalíes que sufren barrios periféricos y centrales de la ciudad y otros clásicos de la capital italiana como los problemas en la gestión de residuos.

En la norteña Milán, uno de los motores económicos del país, el actual alcalde Giuseppe Sala, en su cargo desde 2016, buscará la reelección apoyado en una amplia coalición de centroizquierda en la que sobresale el Partido Democrático, uno de los sostenes de Draghi a nivel nacional.

Como en Roma, de todos modos, las listas que comparten el Ejecutivo italiano no llegaron a un acuerdo y el Movimiento Cinco Estrellas presentará, en soledad, a Layla Pavone.

La centroderecha, en tanto, sí logró repetir el acuerdo alcanzado en la capital y presentará un candidato de unidad, el pediatra Luca Bernardo, en base a un acuerdo entre la Liga, Hermanos de Italia y Fuerza Italia.

Un esquema similar se presentará en Turín, donde la centroderecha, más allá de sus discrepancias sobre el Ejecutivo, logró presentar al empresario Paolo Damilano como candidato común frente a una dispersión de las fuerzas de centroizquierda pro-Draghi, que competirán con cuatro candidatos. La actual alcaldesa, Chiara Appendino, no se presentará a la reelección.

Para las elecciones, en un contexto en el que Italia ya inmunizó contra el coronavirus a casi el 80% de su población mayor de 12 años, el Gobierno habilitó a las comunas de todo el país a que establezcan mecanismos que permitan a personas en cuarentena votar desde su domicilio.

Con el fin de «garantizar el ejercicio del derecho al voto de quienes se encuentran en tratamiento domiciliario, en condiciones de cuarentena o aislamiento fiduciario», los ministerios de Salud e Interior habilitaron la modalidad excepcional con motivo de la pandemia.

Así, por vía de la disposición 117/2021, los ministerios permitieron a los municipios «habilitar circuitos especiales para el voto en casa», que complementarán a los centros de votación a instalarse en hospitales y centros de salud con pacientes positivos en Covid-19.

Según la disposición, las autoridades y personal de los circuitos de hospitales y para el voto desde el domicilio deberán tener el denominado «pase verde» emitido a personas vacunadas, recuperadas de coronavirus o con un test negativo.