El Ejército israelí anunció este lunes que ha retirado sus fuerzas del hospital Al-Shifa, en Gaza, concluyendo un ataque de dos semanas contra el mayor centro médico en el enclave.

El complejo médico, ubicado en el norte de Gaza, se convirtió en un refugio para miles de pacientes y palestinos desplazados, y fue blanco de ataques aéreos y con tanques israelíes.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) quemaron, antes de su retiro, las instalaciones del nosocomio lo que produjo que el mismo quedara completamente fuera de servicio.

Uno de los médicos entrevistados le dijo a AFP que ya se habían recuperado más de 20 cadáveres y que algunos habían sido aplastados por vehículos, cuando las tropas israelíes abandonaban Al-Shifa. El medio añade que los tanques y vehículos de las FDI comenzaron a replegarse hacia el suroeste de Gaza.

Por su parte, la FDI expuso en un comunicado que durante el ataque, las tropas eliminaron a milicianos «en encuentros cuerpo a cuerpo, y localizaron numerosas armas y documentos de inteligencia en el hospital».

Según el director general de la Organización Mundial de Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al menos 21 pacientes murieron en Al-Shifa desde el comienzo del ataque.

Mientras las fuerzas israelíes insisten en que solo atentaban contra miembros del movimiento Hamas, desde esa organización negaron haber operado desde Al-Shifa y desde otras instalaciones médicas del enclave palestino.