Israel mató a un importante jefe militar del grupo proiraní Hezbollah en un ataque en el sur de Líbano, un suceso que aumenta los temores de que el conflicto en Gaza se extienda a la región.

El jefe militar «desempeñaba un rol de primer plano en la dirección de las operaciones militares en el sur», donde Hezbollah lleva a cabo desde hace tres meses ataques diarios contra Israel, en apoyo al movimiento islamista palestino Hamas, detalló una fuente de seguridad a la agencia de noticias AFP.

Murió «en un bombardeo israelí que golpeó su vehículo en el pueblo de Kherbet Selm», a una decena de kilómetros de la frontera con Israel, añadió el portavoz, que pidió que su identidad no fuera revelada.

Este ataque se produce en medio del temor a una conflagración regional, sobre todo tras la muerte del número dos de Hamas, Saleh al Aruri, y de otros seis dirigentes del movimiento islamista en una ofensiva atribuida a Israel el 2 de enero.

El ataque golpeó una oficina del grupo palestino en los suburbios del sur de Beirut, bastión de Hezbollah, que el sábado disparó decenas de cohetes contra una base militar del norte de Israel en represalia.

El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, declaró el sábado desde Beirut que Líbano no debe «verse arrastrado en un conflicto regional».

«Es imperativo evitar una escalada regional en Medio Oriente, es absolutamente necesario evitar que Líbano se vea arrastrado en un conflicto regional», declaró Borrell, que se reunió con un responsable de Hezbollah.

Desde que el 7 de octubre Israel y Hamas entraron en guerra en la Franja de Gaza, Hezbollah se unió desde Líbano a atacar a las fuerzas del Estado hebreo en una muestra de solidaridad con los islamistas palestinos.

Ese día, milicianos de Hamas lanzaron un ataque sobre territorio israelí que dejó cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados, entre ellos una veintena de argentinos.

Israel declaró la guerra y desató una ofensiva contra la Franja de Gaza que dejó al menos 22.900 muertos, entre ellos mujeres y niños.