El Ejército iraquí terminó hoy de agrupar sus fuerzas para lanzar la ofensiva final sobre la ciudad de Fallujah, a 65 kilómetros al oeste de Bagdad, al mismo tiempo que las milicias kurdas, aliadas del gobierno y de Estados Unidos, avanzaron sobre las afueras de Mosul, en el norte, para recuperar el otro bastión del Estado Islámico (EI).

En este marco, hoy el EI asumió la autoría de un atentado suicida contra una cafetería en la provincia de Diyala, en el este de Irak donde al menos siete personas murieron. En esa misma región otras cuatro personas fallecieron ayer y cinco resultaron heridas en un ataque armado en una peña deportiva, en la que varios hinchas miraban la final de la Champions League.

Mientras los atentados se suceden diariamente en distintas partes del país, los dos principales frente de batalla militar se encuentran en los alrededores de Fallujah, en el oeste, y en Mosul, en el norte.

Tras el anuncio de un comandante iraquí que ya habían recuperado el control del 80% del territorio que rodea Fallujah, el Ejército sufrió hoy un fuerte ataque de milicianos del Estado Islámico (EI) en la ciudad de Hit, al noroeste de Ramadi, una localidad de la que, supuestamente, las fuerzas iraquíes expulsaron a los islamistas en diciembre pasado.

Una fuente policial informó a la agencia de noticias EFE que al menos 35 combatientes del EI fallecieron en el ataque que duró varias horas y que incluyó al menos ocho atacantes suicidas con cinturones con explosivos.

Ayer el Ejército había anunciado la muerte de otros 110 islamistas en combates en las afueras de Fallujah.

El Ejército logró mantener el control de la ciudad de Hit, sin embargo, el ataque masivo a esta localidad demostró que la situación en el oeste de Irak, especialmente alrededor de las dos principales urbes de la región, Ramadi y Fallujah, sigue siendo muy inestable.

En una inédita avanzada, el EI logró tomar Fallujah y gran parte de la provincia de Al Anbar -que representa el casi todo el oeste del país- a principios de 2014. Un poco después, tomó la vecina Ramadi y Mosul, en el norte del territorio.

Desde entonces, el Ejército, con ayuda de la campaña de bombardeos aéreos que mantiene la coalición internacional liderada por Estados Unidos desde hace más de un año y medio, y con la de milicias sunnitas y chiitas, intenta recuperar el control de la región.

El objetivo desde el lunes pasado es tomar la ciudad de Fallujah, en donde según la ONU aún viven 50.000 civiles, quienes durante meses no pudieron escapar porque el Ejército y sus aliados mantienen un bloqueo.

Ahora abrieron corredores humanitarios y, pese a las amenazas del EI de matar a todos aquellos que quieran huir, el Ejército estimó hoy en un comunicado que más de 2.000 personas escaparon en las últimas 24 horas.

Al mismo tiempo, que el Ejército se concentra en el frente de batalla en el oeste de Bagdad, las milicias kurdas, la principal y más efectiva fuerza militar organizada en el norte de Irak, comenzaron a avanzar sobre las afueras de Mosul, la segunda ciudad más importante del país y, seguramente, la última gran batalla que enfrentará el país en su guerra por eliminar al grupo extremista EI.

Las fuerzas kurdas, más conocidas como peshmerga, atacaron posiciones del EI en el área de Jazer, unos 45 kilómetros al noreste de Mosul y que al menos 17 islamistas murieron durante la ofensiva.

Un comandante peshmerga dijo a la prensa, en condición anonimato, que el ataque fue ordenado por el propio presidente de la región norteña autónoma, Massud Barzani, con el objetivo de hacer más segura la ciudad de Erbil, capital del Kurdistán iraquí.

Sin embargo, todo indica que los kurdos, con apoyo aéreo de Estados Unidos, están comenzando con una campaña de desgaste y estrangulamiento contra el EI en Mosul para debilitar a la milicia antes de lanzar la ofensiva terrestre final, para la que inexorablemente necesitarán al Ejército.

Mientras el gobierno iraquí y sus aliados preparan el terreno para las batallas finales contra el EI, la milicia islamista continuó hoy con su campaña de atentados.

Una fuente policial indicó a la agencia EFE que un suicida hizo estallar su cinturón de explosivos en un café situado en el barrio de Al Mualimin, en la ciudad de Al Muqdadiya, a 40 kilómetros al norte de Baquba, capital de Diyala. Al menos siete personas murieron y otras 35 resultaron heridas.

Según un breve comunicado, cuya autenticidad no pudo ser verificada, el EI aseguró que el ataque tuvo lugar contra una agrupación de soldados y milicianos gubernamentales de la milicia chiita Multitud Popular e identificó al suicida como Abu Ifan al Maslaui.

Al mismo tiempo, el gobierno provincial informó de la muerte de al menos cuatro personas en un nuevo ataque armado ayer contra una peña del Real Madrid en la localidad de Naher al Imam, 35 kilómetros al noreste de Baquba, capital de la provincia de Diyala, en el este de Irak

Mientras los hinchas miraban por televisión la final de la Champions League, que enfrentó al Real Madrid y al Atlético de Madrid, un grupo de hombres armados disparó intensamente con armas ligeras y se fugaron.

El gobernador de Diyala, Muzanna al Tamimi, declaró hoy al periódico iraquí Al Mada Press que el objetivo de este ataque fue «provocar la discordia y la confrontación sectaria» y para él, la mayoría de las pruebas señalan a la milicia EI como el responsable.

Esta tarde el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, le dedicó la undécima Liga de Campeones lograda por su equipo a los muertos en el atentado de ayer, que se suman a los fallecidos en otro ataque similar el 13 de mayo pasado.