A pesar de los horrores de la guerra en Siria, que ha causado más de 270.000 muertos desde marzo del 2011, los descubrimientos de fosas comunes son raros en este país. Pero en Palmira, se descubrió una fosa común, donde se encontraron 42 cuerpos. Entre los cuerpos encontrados, hallaron tres niños y 18 militares. Las personas murieron decapitados o fusilados por los yihadistas que controlaron la ciudad durante diez meses.

Según la O.N.G. Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), se trata de los restos de oficiales y parientes suyos ejecutados por el grupo extremista tras la entrada del EI en la ciudad en mayo de 2015. Ciertos restos fueron identificados, según las fuentes, que agregó que el ejército estaba «buscando otras fosas».  «El EI ejecutó a por lo menos 280 personas durante la ocupación de Palmira», declaró el director del OSDH. “Las ejecuciones tuvieron lugar en el teatro romano de la ciudad”, agregó.

Los yihadistas destruyeron también numerosos tesoros arqueológicos de esta ciudad, conocida como «la perla del desierto». Casi una semana después de la toma de la ciudad por las fuerzas sirias, la población, estimada entre 50.000 y 70.000 personas antes de la guerra y de 15.000 durante la presencia de los yihadistas, no había vuelto a Palmira. «Además, muchas casas fueron destruidas por los bombardeos de la aviación rusa antes de la toma de Palmira», agregó. A 70 km al oeste de Palmira, el ejército bombardeaba de forma intensa la ciudad de Sokhné, todavía en manos del EI y que el régimen quiere recuperar para reforzar la seguridad de Palmira.

Una tregua impuesta por Rusia y Estados Unidos entre el régimen y los rebeldes, respetada de forma global desde hace más de un mes, permitió al ejército concentrar sus ataques contra los yihadistas, al margen del alto el fuego. Al menos 40 miembros del EI, en su mayoría extranjeros, murieron el jueves en bombardeos, al parecer rusos, en un pueblo al noroeste de Deir Ezzor, según un nuevo balance del OSDH. Entre los muertos figuran 18 jóvenes de menos de 16 años que se entrenaban en un campamento.