Barcos y helicópteros surcaban este jueves una vasta zona del mar Mediterráneo en busca de sobrevivientes del naufragio de un barco cargado de migrantes que dejó al menos 78 muertos y decenas de desaparecidos en aguas al sur de Grecia.

Los cuerpos rescatados fueron cargados en camiones refrigerantes y trasladados hoy a la zona de Atenas, la capital griega, para su identificación, luego de que la Guardia Costera rebajara la cifra de muertos de 79 a 78 tras un recuento nocturno.

Un total de 104 personas fueron rescatadas, pero cientos más seguían desaparecidos tras el naufragio del barco pesquero, que iba de Libia, en el norte de África, a Italia, cargado de migrantes que querían llegar a Europa.

El organismo de la ONU para las migraciones (OIM) dijo hoy que unas 750 personas iban a bordo, incluyendo unos 40 niños, en base a información obtenida a partir de entrevistas con sobrevivientes.

En un país conmocionado por uno de los peores naufragios de los últimos años, la Corte Suprema de Grecia ordenó la apertura de una investigación judicial para conocer las razones de la tragedia.

El Gobierno en funciones de Grecia declaró tres días de luto, y los políticos de todos los partidos suspendieron la campaña para las elecciones generales del 25 de junio.

En los últimos años, la multiplicación de conflictos y el crecimiento de la pobreza han hecho que cientos de miles de desesperados migrantes irregulares intenten el cruce del Mediterráneo en precarias embarcaciones gestionadas por traficantes de personas.

La OIM ha registrado la muerte de más de 27.000 migrantes en naufragios a lo largo de la peligrosa travesía del Mediterráneo desde 2014.

El Vaticano reveló hoy que el papa Francisco, que ha hecho de la migración forzada y la necesidad de acoger a quienes huyen de sus países uno de los temas centrales de su pontificado, quedó «profundamente apenado» por el hundimiento en Grecia.

«Profundamente apenado al enterarse del naufragio en la costa de Grecia con la devastadora pérdida de vidas, Su Santidad el papa Francisco ofrece oraciones sentidas por los muchos migrantes que han fallecido», planteó el secretario de Estado vaticano Pietro Parolin, al nuncio en Grecia, en un telegrama publicado por el Vaticano.

Un día después de la nueva tragedia, dos barcos patrulleros, un helicóptero y otros seis buques buscaban sobrevivientes en aguas al oeste de la sureña península griega de Peloponeso, una de las zonas más profundas del mar, dijo la Guardia Costea de Grecia.

Los sobrevivientes seguían hoy en una enorme bodega de la sureña ciudad portuaria de Kalamata para su identificación y entrevista con las autoridades griegas. Más tarde iban a ser llevados a Atenas.

Una representante del organismo de la ONU para los refugiados los visitó hoy y dijo que su situación era desesperante.

«Es realmente espantoso. Están en muy mala situación psicológica», comentó Stella Nanou, del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), a la agencia de noticias AFP.

«Quieren ponerse en contacto con sus familiares para decirles que están bien, y preguntan todo el tiempo por los desaparecidos. Han perdido a muchos amigos y parientes», prosiguió.

«Podría tratarse de la peor tragedia marítima de los últimos años en Grecia», afirmó.

La agencia fronteriza europea Frontex detectó la embarcación en la tarde del martes, pero los pasajeros «rechazaron la ayuda», según un anterior comunicado de las autoridades portuarias griegas.

Según ellas, en el momento del naufragio, ninguna de las personas a bordo tenía chaleco salvavidas.

Los sobrevivientes en su mayoría son de Siria (47), Egipto (43) y Pakistán (12), indicaron los guardacostas.

Una imagen de mala calidad difundida hoy por los guardacostas muestra al pesquero azul claramente en mal estado y cargado de personas amasadas de proa a popa. Incluso en el techo de la cabina había gente.

El motor del barco falló el martes por la noche y el barco naufragó a unos 87 kilómetros de la ciudad de Pilos, en el mar Jónico, que es parte del Mediterráneo, según el Gobierno griego.

Los cadáveres recuperados fueron trasladados hoy a una morgue a la afueras de Atenas, donde se iban a tomar muestras de ADN y fotografías faciales para el proceso de identificación, dijeron autoridades sanitarias.

Las embajadas de los países de los migrantes colaboraban en el proceso, agregaron.

La presidenta de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE), Ursula von der Leyen, dijo que estaba “profundamente entristecida” por la tragedia.

Von der Leyen, máxima funcionaria de la UE, prometió fortalecer la cooperación entre el bloque y países vecinos para tratar de reprimir aún más a los traficantes de migrantes.

Grecia ha conocido numerosas tragedias con embarcaciones, a menudo vetustas y sobrecargadas, pero se trata del naufragio que más víctimas dejó frente a sus costas desde otro el 3 de junio de 2016 en el que murieron o desaparecieron 320 migrantes.

También es el segundo más letal en todo el Mediterráneo en lo que va de 2023, desde que 94 migrantes se ahogaran en febrero pasado cerca de la sureña ciudad italiana de Cuttro al hundirse el barco en el que habían zarpado desde Turquía.