SáBADO, 30 DE NOV

Europeos y Rusos quieren consolidar la tregua

La intención es reactivar las negociaciones de paz la próxima semana en Ginebra. A pesar de ellos, siguen en desacuerdo sobre la manera de lograr una solución política al conflicto.

Europeos y rusos afirmaron el viernes su voluntad de consolidar la frágil tregua en Siria, para permitir la reanudación de las negociaciones de paz la semana próxima en Ginebra, pero siguen en desacuerdo sobre la manera de lograr una solución política al conflicto.

Reuniones e intercambios telefónicos se multiplicaron en y desde París entre los países europeos que apoyan a la oposición y Rusia, aliada del régimen de Damasco.

Se trata de reforzar el alto el fuego, aún precario pese a los «progresos visibles» constatados por la ONU, mejorar la asistencia humanitaria a fin de convencer a la oposición, que sigue siendo mostrándose desconfiada, y reanudar lo antes posible las discusiones intersirias para emprender el camino hacia una solución política.

De acuerdo sobre esos principios, Rusia y Francia mostraron empero una vez más sus visiones totalmente diferentes del «proceso de transición política» para poner fin a la guerra en Siria, que ha causado más de 270.000 muertos en cinco años.

El presidente francés, François Hollande, calificó el viernes de «provocadora» y «totalmente irrealista» la idea del presidente sirio Bashar al Asad de organizar elecciones legislativas en abril. Por su parte, su homólogo ruso, Vladimir Putin, estimó que tal escrutinio «no interfiere» en el proceso de paz.

Los dos mandatarios hicieron esas declaraciones después de mantener una conversación telefónica, en la que participaron también la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro británico David Cameron, y el jefe del gobierno italiano Matteo Renzi.

 

 Respetar el alto el fuego

Putin «manifestó su voluntad de hacer respetar el alto el fuego» en Siria y «velar por que no haya bombardeos sobre la población civil», declaró Hollande en una conferencia de prensa que dio junto a Merkel.

«El compromiso del respeto del alto el fuego es un mensaje importante», dijo Merkel, agregando que pidió a Rusia que utilice «su influencia» para que el régimen sirio respete la tregua.

El alto el fuego no se aplica a los grupos yihadistas Estado Islámico (EI) y Al Nosra, considerados «terroristas» por la ONU.

Pero su aplicación se ve complicada por la imbricación de los grupos y el hecho de que Al Nosra está aliado en algunos sectores con rebeldes sirios considerados «moderados» por las potencias occidentales.

Este mismo viernes, los ministros de Relaciones Exteriores francés, británico, alemán y europeo se reunían en la cancillería francesa, donde mantuvieron un encuentro con el coordinador de la oposición siria, Riad Hijab.

«Hay progresos reales» en Siria, consideró el francés, Jean-Marc Ayrault, que insistió en la necesidad de reanudar rápidamente las negociaciones de Ginebra.

Pero, para tal reanudación, deben «cumplirse dos condiciones: el acceso de todos los sirios a la ayuda humanitaria y el pleno respeto de la tregua», dijo.

Cerca de medio millón de personas viven en Siria en zonas sitiadas y la oposición considera insuficiente la mejora del acceso a esa ayuda. El Alto Comité de Negociaciones de la oposición supedita a esa mejora su participación en las negociaciones, y la fecha prevista para reanudarlas, el 9 de marzo, fue considerada «irrealista» por uno de sus portavoces, Monzer Makhous.

La cuestión del acceso a la ayuda humanitaria «está lejos de ser satisfactoria», estimó el ministro alemán Frank-Walter Steinmeier. No obstante, «hemos alentado a Hijab a prepararse a volver a la mesa de discusiones de Ginebra, sean cual sean sus reservas», agregó el británico Philip Hammond.

Por su lado, Hijab declaró poco después a la prensa que «actualmente las condiciones no son propicias a una reanudación de las negociaciones», aunque precisó que la oposición todavía no ha tomado una decisión sobre su participación en las mismas.

Afirmó asimismo que «no hay lugar» para Asad en un proceso de transición, tema que es uno de los puntos de desacuerdo también entre los rusos y los occidentales.

El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, afirmó el viernes, por su parte, que «corresponde a los sirios» decidir al respecto.

En el terreno, la ONU se disponía a entregar ayuda humanitaria a Kafar Batna, ciudad al este de Damasco controlada por rebeldes, la segunda operación de ese tipo desde la entrada en vigencia de la tregua, el sábado pasado.

La situación era calma en ese sector desde que empezó al tregua, pero el viernes se realizaron dos bombardeos aéreos en los alrededores de la ciudad de Duma, según el Obervatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

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