Estados Unidos impuso este lunes sanciones a la petrolera estatal venezolana PDVSA, lo que aumentó la presión sobre el presidente Nicolás Maduro, desconocido por la oposición y por Washington, así como por buena parte de la comunidad internacional.

El país norteamericano congelará activos y cuentas de la petrolera venezolana, pero las refinerías en Estados Unidos podrán seguir operando.

El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que la filial de PDVSA en Estados Unidos, Citgo, podrá continuar sus operaciones, siempre que sus ganancias se depositen en una cuenta bloqueada en Estados Unidos.

Por su parte, el presidente interino de Venezuela Juan Guaidó, afirmó hoy que inició “la toma del control progresivo y ordenado de los activos” del país en el exterior para impedir que el gobierno de Nicolás Maduro “siga robándose el dinero de los venezolanos”.

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En este contexto, aseguró que denunció ante la comunidad internacional la corrupción de la petrolera estatal Pdvsa y cómo la convirtieron en red de financiamiento de delitos.

Pdvsa es el monopolio estatal que administra el negocio que provee a Venezuela de más de 95% de sus ingresos. El chavismo la puso bajo control militar y le asignó otras funciones, tales como la distribución de alimentos.

Asimismo, el presidente interino dijo que comenzará “el proceso de nombramiento de las juntas directivas” de Pdvsa y de su filial en Estados Unidos, Citgo, para “iniciar la recuperación” de la industria petrolera venezolana que, a su juicio, atraviesa un “oscuro momento”.