El ministro centrista del Gabinete de Guerra de Israel y presidente de Unidad Nacional, Benny Gantz, renunció durante la tarde de este domingo al Gobierno de emergencia del primer ministro Benjamin Netanyahu y pidió celebrar nuevas elecciones.

En una conferencia de prensa transmitida por televisión, Gantz acusó a Netanyahu de dar prioridad a su supervivencia política por encima de un acuerdo de cese al fuego que asegure la liberación de alrededor de cien rehenes retenidos en Gaza.

“Por desgracia, Netanyahu nos impide avanzar hacia la victoria real. Las decisiones estratégicas se toman con dudas debido a consideraciones políticas. Por eso hoy abandonamos el Gobierno de emergencia”, dijo Gantz.

Haciendo eco de las crecientes protestas públicas contra Netanyahu, el funcionario pidió una nueva ronda de elecciones en el otoño. La decisión de Gantz de retirar a su partido de centro de la coalición de extrema derecha dejó al actual Gobierno de Israel con ministros extremistas que defienden la reocupación de la Franja de Gaza y la expansión de los asentamientos israelíes a ese territorio.

En respuesta, Netanyahu emitió una declaración en la que dijo que “Israel se encuentra en una guerra existencial en varios frentes”, al tiempo que cuestionó la decisión de Gantz al asegurar que “este no es el momento de abandonar la campaña”.

En esta línea, el primer ministro israelí prometió continuar hasta la victoria y el logro de todos los objetivos de la guerra, “principalmente la liberación de los rehenes y la eliminación de Hamas”.

Sin embargo, los pedidos Netanyahu no tuvieron éxito y Gantz y los ministros Gadi Eisenkot y Chili Tropper presentaron sus renuncias.

En mayo Gantz le había dado un ultimátum a Netanyahu, en donde le reclamó el desarrollo de una clara estrategia posterior al conflicto para Gaza.

El partido Unidad Nacional se unió al Gobierno de emergencia días después del 7 de octubre, cuando Hamás irrumpió en el sur de Israel y se desató la guerra.

Sobre esta unión, Gantz explicó: “Lo hicimos porque sabíamos que era un mal gobierno. El pueblo de Israel, los combatientes, los comandantes, las familias de los asesinados, las víctimas y los rehenes necesitaban unidad y apoyo como el aire para respirar”.

No obstante –y según lo citado por el medio Times of Israel– Gantz advirtió que, en su discurso de unidad, Netanyahu había ocultado que “las decisiones estratégicas se topan con vacilaciones y dilaciones debido a consideraciones políticas”.

En su carta de renuncia, Gadi Eisenkot cuestionó la forma en que se manejó el conflicto bélico y señaló que “la verdadera victoria significaba, entre otras cosas, el retorno prioritario de los rehenes, la destrucción y el reemplazo de Hamás en Gaza, el regreso de los residentes desplazados del norte a sus hogares y la solidificación de una alianza liderada por Estados Unidos contra Irán”.