El Gobierno italiano inicia el debate para instalar la elección directa del presidente
La propuesta está impulsada por el oficialismo debido a que fue una de sus promesas de campaña, podría ser aceptada por el grupo de partidos moderados denominado “Tercer Polo” y ya cuenta con el rechazo explicitado por la izquierda que encabeza el Partido Democrático.
La ministra italiana para las reformas, Maria Elisabetta Alberti Casellati, inició este martes los encuentros con representantes del oficialismo y de la oposición con los que busca comenzar el debate para lograr una reforma presidencialista, una de las promesas de campaña de la primera ministra Giorgia Meloni.
Casellati se reunió durante la mañana de este martes con el vicepresidente del Senado, Roberto Calderoli, coordinador nacional de la Liga, una de las tres fuerzas de derecha y ultraderecha que componen el Ejecutivo que guía Meloni desde octubre.
La Liga, sin embargo, aparece como la más escéptica de las fuerzas de Gobierno para promover una reforma que lleve a la elección directa del Presidente, ya que antes prefiere instalar la discusión por una mayor autonomía de las 20 regiones del país, en especial las del Norte, más poderosas a nivel económico.
Según marca la Constitución italiana, el presidente es elegido por el parlamento y se mantiene en su cargo por siete años con opción a una reelección.
Entre los impulsores del régimen presidencialista está el ex primer ministro Silvio Berlusconi, líder de otra de las fuerzas que componen el Ejecutivo, Fuerza Italia.
«En esta legislatura se dan las condiciones para llevar a cabo una reforma que vuelva a acercar a los ciudadanos a las instituciones», planteó Berlusconi en declaraciones que reproduce este martes el diario La Stampa.
«El presidencialismo que queremos no es más que la posibilidad de que los electores elijan por quién quieren ser gobernados, que elijan la máxima cumbre de las instituciones. Es una reforma en la que creemos profundamente en Italia y en Europa», agregó luego.
Meloni, en tanto, planteó en su conferencia de prensa de fines de año que «el presidencialismo es una prioridad» para 2023.
En la oposición, la reforma podría tener el apoyo del «Tercer Polo», un grupo de partidos moderados de centro, y el rechazo anunciado de la centroizquierda que encabeza el Partido Democrático.