MARTES, 26 DE NOV

El abogado de la depuesta líder de Myanmar rechaza por «infundadas» las acusaciones de soborno

El país está sumido en el caos desde el golpe de Estado que supuso la destitución de Suu Kyi, quien se encuentra detenida y acusada de varios cargos penales, entre ellos el de poseer transmisores (walkie talkies) sin licencia y el de violar las restricciones impuestas por el coronavirus.

El abogado de Aung San Suu Kyi, la líder depuesta en el golpe militar del 1 de febrero en Myanmar, rechazó hoy por «infundadas» las acusaciones de corrupción lanzadas por la junta que gobierna de facto el país asiático, mientras crece la preocupación internacional por la represión contras los manifestantes.

El país está sumido en el caos desde el golpe de Estado que supuso la destitución de Suu Kyi, quien se encuentra detenida y acusada de varios cargos penales, entre ellos el de poseer transmisores (walkie talkies) sin licencia y el de violar las restricciones impuestas por el coronavirus.

Este jueves, un portavoz de la junta formuló nuevas acusaciones de corrupción contra ella, afirmando que un ministro jefe ahora detenido había admitido haberle dado 600.000 dólares y más de 10 kilos de oro.

Esta acusación «carece de fundamento, especialmente en lo que respecta a los dólares y los lingotes de oro, es la broma más hilarante de todas», declaró su abogado Khin Maung Zaw, citado por la agencia de noticias AFP.

«Nunca he visto una difamación tan ilegal» añadió.

La premio Nobel de la Paz también fue acusada de violar una ley de comunicaciones y de intentar incitar a los disturbios.

Hay una audiencia prevista el 15 de marzo pero hasta ahora Khin Maung Zaw no pudo reunirse en privado con su clienta, según manifestó.

Desde que fue detenida el 1 de febrero, Suu Kyi no fue vista en público.

Pocos días después del golpe los birmanos decidieron tomar las calles para reclamar el retorno a la democracia en una ola de marchas que fueron duramente reprimidas.

Este jueves, el principal experto de la ONU sobre el país asiático, advirtió que la junta probablemente comete «crímenes contra la humanidad» y dio una cifra de al menos 70 personas «asesinadas» en la represión de las manifestaciones.

«Crece la evidencia de que la junta militar, dirigida por la misma cúpula, comete probablemente crímenes contra la humanidad, incluidos asesinatos, desapariciones forzadas, persecución, tortura y encarcelamientos en violación de (…) la ley internacional», declaró Thomas Andrews ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

La actual represión en Myanmar, (antigua Birmania) constituye «una campaña coordinada, contra la población civil, de gran amplitud, con unos 2.000 detenidos hasta la fecha, y son bien organizados y ejecutados «con conocimiento de causa de los dirigentes» del régimen, explicó.Andrews.

Rusia expresó este viernes su preocupación por el creciente número de víctimas civiles en Myanmar a través del portavoz de la presidencia Dmitri Peskov.

«Estamos preocupados por las informaciones procedentes de allá y que indican que hay un creciente número de víctimas en el seno de la población civil», declaró el vocero del Kremlin que calificó de «alarmante» la situación del país, tras una jornada del jueves en la que al menos nueve manifestantes resultaron muertos.

Paralelamente, el Reino Unido aconsejó este viernes a sus ciudadanos que se vayan de Myanmar, «a no ser que tengan una necesidad urgente de quedarse», señala el Ministerio de Relaciones Exteriores británico en un comunicado en su página web.

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