Corea del Norte anunció este domingo que realizó una nueva prueba para el desarrollo de un satélite de reconocimiento, aunque analistas señalan que se trató de un velado lanzamiento de misil balístico.

«La Administración Nacional de Desarrollo Aeroespacial (NADA, norcoreana) y la Academia de Ciencias de la Defensa realizaron el sábado una nueva prueba importante bajo el plan de desarrollar un satélite de reconocimiento», publicó la agencia estatal KCNA.

Y agregó: «Durante la prueba, la NADA confirmó la confiabilidad del sistema de transmisión y recepción de datos del satélite, su sistema de control y varios sistemas en tierra».

Sin embargo, los militares surcoreanos dijeron previamente que se trataba del lanzamiento de un nuevo misil balístico de parte del Norte, que ha realizado este año una cifra sin precedentes de pruebas armamentistas.

Pyongyang la semana pasada lanzó lo que aseguró fue un componente de su «satélite de reconocimiento», aunque según Seúl fue otro misil balístico.

Analistas indicaron que el lanzamiento del sábado pudo haber sido un misil balístico intercontinental (ICBM).

«Como los satélites y los ICBM son iguales por dentro y por fuera, un lanzamiento satelital podría llevar a la península coreana de vuelta a las fuertes tensiones que vivió en 2017», comentó Yang Moo-jin, profesor de la Universidad de Estudios Norcoreanos en Seúl.

Yang sugirió que las dos pruebas armamentistas de este mes podrían ser un mensaje a Washington, una forma de buscar concesiones sin tener que cruzar la «línea roja» de un lanzamiento de ICBM.

Pese a enfrentar duras sanciones internacionales por su programa nuclear, Pyongyang ha ignorado las ofertas estadounidenses para dialogar y más bien ha insistido en la modernización de su aparato militar.

En 2017 el gobierno de Kim Jong-un realizó permanentes pruebas militares, incluso nucleares, que llevaron a una escalada de tensiones con el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que llegó a amenazar con desplegar «fuego y furia» contra el país.