Decenas de miles de personas volvieron a salir este sábado a las calles en las principales ciudades israelíes para manifestar su rechazo a la reforma judicial impulsada por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, pese a la decisión de éste de poner en suspenso su tratamiento parlamentario.

Las manifestaciones, que tuvieron una gran convocatoria en ciudades como Tel Aviv o Haifa, ya llevan más de tres meses y provocaron que el primer ministro pusiera esta semana en pausa su polémica propuesta para «impedir una guerra civil mediante el diálogo».

La reforma promovida por el gobierno, el más de derecha de la historia de Israel, busca incrementar el poder de los políticos sobre los jueces y disminuir el rol de la Corte Suprema.

Netanyahu anunció el lunes que la adopción de los distintos proyectos de ley de la reforma se aplazaba a la próxima sesión parlamentaria, que se abrirá tras las vacaciones de la Pascua judía, del 5 al 13 de abril, cediendo así en parte a las exigencias de los opositores, para que se lleven adelante negociaciones.

De todas formas, para eso tuvo que hacer concesiones a los sectores más conservadores de la alianza que lo colocó como primer ministro, ya que figuras como el titular de la cartera de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, amenazó con renunciar en caso de que bajaran la reforma.

Pese al aplazamiento de la reforma judicial, los organizadores de las manifestaciones prometieron seguir saliendo a las calles hasta que ésta no sea enterrada, ante el temor de que pueda ser sometida a votación en 24 horas.

El presidente Isaac Herzog, que estuvo mediando en las negociaciones, dijo que estaba haciendo todo lo posible para alcanzar un acuerdo amplio y expresó optimismo.

«En los últimos días, mi equipo y yo mantuvimos una ronda de reuniones con los representantes de la coalición y la oposición», dijo Herzog.

«Las reuniones transcurrieron con buen espíritu y hablamos sobre el proceso de las conversaciones para llegar a acuerdos, el modelo de organización y la forma de tomar decisiones», apuntó.