El Ramadán, mes sagrado para la religión islámica, comienza con el conflicto en la Franja de Gaza como telón de fondo. No habrá la esperada tregua para la población palestina, a pesar de los esfuerzos de los mediadores, las partes no han logrado llegar a un acuerdo.

El sábado, un comunicado israelí había acusado a Hamás de «atrincherar sus posiciones», mientras que el grupo islámico reiteraba su exigencia de un alto el fuego duradero, la retirada de las tropas israelíes de Gaza y un mayor acceso a la ayuda humanitaria en el territorio asediado, donde acecha la hambruna.

 Y en la primera noche del Ramadán se produjeron varios enfrentamientos entre fieles que acudían a rezar a la mezquita de Al Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, y policías israelíes en la frontera. Las causas del incidente aún no están claras.

Por su parte, en un post en X, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, deseó que el Ramadán trajera la paz al mundo. «Mis más sinceros deseos a los millones de musulmanes de todo el mundo que empiezan a observar el Ramadán», escribió Guterres, «que traiga la paz y nos conduzca a un mundo más justo y compasivo».

Asimismo, continúa la búsqueda de mediación entre Israel y Hamás, con la esperanza de una nueva tregua. El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, aseguró el domingo que el grupo islamista sigue «abierto a continuar las negociaciones» para una tregua, mientras que, para el ministro israelí, Benny Gantz, lo que el movimiento islamista quiere es que el Ramadán «pase de ser un mes de oración a un mes de derramamiento de sangre».

 Mientras tanto, este martes 12 de marzo se ha abierto en El Cairo una nueva mesa de negociaciones, según fuentes egipcias. A las conversaciones asistirán mediadores de Qatar y Estados Unidos, con una delegación de representantes de Hamás.

Las conversaciones pretenden abordar los resultados de la reunión de París de finales de febrero, sobre el logro de un alto el fuego y el intercambio de prisioneros y rehenes, pero, sobre todo, poner fin a las operaciones militares israelíes en Gaza, garantizar el regreso de los palestinos desplazados a sus hogares y facilitar la entrada de ayuda humanitaria en la Franja.