El Consejero de Estado y Ministro del Exterior chino, Wang Yi, declaró que agregar aranceles «definitivamente no es la manera constructiva de resolver las fricciones económicas y comerciales». Sus dichos llegan como respuesta al anuncio que hizo via Twitter el 1 de agosto el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Ese día el mandatario norteamericano aseguró que impondría aranceles de un 10% sobre los 300.000 millones de dólares en importaciones chinas que actualmente no están aranceladas.
La vocera del Ministerio del Exterior chino, Hua Chunying, advirtió ante la prensa el pasado 2 de agosto que el anuncio sobre los aranceles «“es una seria transgresión al consenso al que llegaron los Presidentes de China y de Estados Unidos en Osaka, y va en contra de la dirección correcta. No ayudará a resolver los problemas».
«China deplora y se opone con firmeza a ello. Si Estados Unidos en efecto imponer más aranceles, China tendrá que tomar medidas compensatorias para defender sus intereses básicos y el interés fundamental del pueblo chino. Estados Unidos será responsable de todas las consecuencias que resulten”, agregó.
Para Hua, el país chino entiende que no hay ningún beneficiado en una guerra comercial de estas características, aunque no se mostrarán sumisos en caso de que Estados Unidos la inicie: «No tenemos miedo de pelearla. China no acepta ninguna presión, amenaza o chantaje. En cuestiones importantes de principios, no cederemos ni siquiera un tantito», señaló la funcionaria. Al mismo tiempo, se mostró esperanzada de que la administración norteamericana deponga su actitud confrontativa, «corrija sus errores y regrese al camino correcto de resolver las diferencias mediante la consulta, sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo».
Las fricciones comerciales y la imposición de mayores aranceles -concluyó Hua- «no satisfacen a los intereses del pueblo chino, ni del pueblo estadounidense, ni del mundo entero».
