La policía desplegó cañones de agua para dispersar a miles de activistas climáticos que protestaban el sábado en una autopista de los Países Bajos para exigir el fin de las subvenciones gubernamentales a la industria de los combustibles fósiles.

Más de 10.000 personas marcharon por la autopista A12 en dirección a La Haya, desoyendo las advertencias de las autoridades de no bloquear la principal arteria de tráfico hacia la sede del Gobierno holandés.

La policía informó en un comunicado de que había detenido a 2.400 manifestantes, incluidos menores, pero no hubo heridos.

Extinction Rebellion, que organizó el acto, declaró que seguirá protestando hasta que el Gobierno de Holanda deje de utilizar fondos públicos para subvencionar la industria del petróleo y el gas.

«Los mares suben y nosotros también», coreaba la multitud, entre la que había niños y ancianos.