El reino ultraconservador de Arabia Saudita anunció hoy que permitirá que las mujeres manejen vehículos, en una medida histórica para uno de los países que más reprimen los derechos de la mujer.

La agencia de noticias oficial SPA dijo en un despacho que el rey Salman bin Abdelaziz ordenó emitir permisos de conducir para las mujeres.

Asimismo, el monarca estableció un comité formado por varios ministros para que presente sus recomendaciones sobre el asunto en un plazo de 30 días, informó la agencia de noticias EFE.

El reino islámico y petrolero era el único país del mundo que prohibía a las mujeres manejar, y durante años fue blanco de críticas internacionales por detener a mujeres que desafiaron la veda.

Desde la década de 1990, organizaciones de promoción de los derechos de la mujer han defendido su derecho a conducir y dicho que conseguirlo forma parte de una lucha más amplia por la igualdad ante la ley.

La orden real entrará en vigor el próximo mes de junio, informó SPA, pero no ofreció más detalles sobre su aplicación.

En Washington, el embajador saudita, príncipe Khaled bin Salman, dijo que la decisión era un «gran paso adelante» para su país, pero no respondió si adoptará otras medidas para ampliar los derechos de la mujer.

En declaraciones a periodistas, agregó que era el momento preciso para que Arabia Saudita implementara este permiso, y que el reino ve esto como una cuestión social, no religiosa ni cultural.

El gobierno de Estados Unidos dijo que se sentía «feliz» por la decisión de su aliado.

«Es un gran paso en la dirección correcta», dijo la vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert, quien no obstante no quiso hacer comentarios sobre si Arabia Saudita todavía debe hacer más para garantizar los plenos derechos de la mujer.

Esta medida se enmarca en las reformas que lleva a cabo el rey Salman desde su llegada al trono en 2015, que han supuesto pequeñas mejoras para las mujeres sauditas, que aún así siguen sujetas a un sistema de tutoría del hombre.

Entre otras restricciones, las mujeres sauditas no pueden salir a la calle, ni siquiera para ir al supermercado o al médico, sin un acompañante masculino, que generalmente es un pariente.

Tampoco pueden viajar fuera de la ciudad donde residen sin una autorización expresa de su marido o tutor legal, abrir una cuenta bancaria sin permiso de su marido, ni darse un baño en playas y piscinas que no sean exclusivas para mujeres.

El embajador Salman dijo que las mujeres no necesitarán el permiso de su «guardián» o tutor para obtener el carnet de conducir y que no necesitarán que algún varón las acompañe mientras manejan.

Salman agregó que Arabia Saudita reconocerá las licencias de conducir expedidas para mujeres en otros países del Consejo de Cooperación del Golfo.

El diplomático agregó que su país no tomó la decisión a solicitud de Estados Unidos y que la cuestión no se discutió durante la visita que el presidente Donald Trump hizo este año al reino.

La agencia SPA explicó que la decisión fue tomada después de que la mayoría de los miembros de la Autoridad de los Ulemas del reino no se opusiera a que las mujeres conduzcan, dentro de «las garantías de la ley islámica para evitar (los) problemas» que pudieran surgir.

Asimismo, la orden se basa en «las consecuencias negativas de no permitir a la mujer conducir un vehículo y las previsibles ventajas de permitirle» hacerlo, agregó SPA.

También el código de vestimenta de Arabia Saudita es sumamente estricto, y la mayoría de las mujeres se ven obligadas a llevar una túnica negra -la abaya- y un velo que deja al descubierto solo el rostro. La policía religiosa saudita controla estrictamente esta norma en las calles y centros comerciales.

Las mujeres tampoco están autorizadas a leer revistas femeninas que no hayan pasado previamente por la censura ni a entrar a los cementerios, que están abiertos solo a los varones.