Con el arresto de hoy de dos franceses «radicalizados» que intentaban planear un atentado previo a las elecciones en Francia, la recta final se intensificó con una campaña que tiene a los cuatro candidatos centrales abocados a conseguir votos, en la que sobresale el hombre de la izquierda, Jean-Luc Mélenchon, presente con intervenciones virtuales en varias ciudades del país.

En el resto del cuarteto de aspirantes al Eliseo y con posibilidades en la primera ronda del domingo, están el liberal independiente Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen que son los dos que podrían pasar a un posible balotaje el 7 de mayo, pero las últimas encuestas ubican al conservador Francois Fillon y Mélenchon, muy cerca, pisándoles los talones.

El líder del frente de izquierda Francia Insumisa, que dio un batacazo en los últimos días y que está en una más que interesante tercera posición, apela a las nuevas tecnologías -con hologramas de él mismo en varios actos- y con el llamamiento a “una revolución ciudadana”.

«Es inútil intentar intimidarme antes, durante o después», declaró a la prensa internacional y criticó que se planteen escenarios «catastróficos» con sus propuestas como la de instaurar «una política de codesarrollo con América Latina y el Caribe» uniéndose al ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América).

El candidato de 65 año,s que ayer navegó en una barcaza de río por el Sena para dar media docena de discursos a los largo de París, hoy se concentrará en uno de sus últimos grandes actos.

Pero no es el único, Macron estuvo en los suburbios parisinos de Rungis y Bazainville; Fillon en la norteña y popular Lille y el socialista Benoît Hamon recalará en la sureña Toulouse. Mientras que la ultraderechista Le Pen apeló a los medios para endurecer su discurso anti inmigración y atraer votantes que le disputa el imputado judicialmente Fillon.

La líder de extrema derecha, en tanto, tiene programado realizar un gran acto final en Marsella esta semana, según su programa. Pero, además de ser criticada por varios sectores de la sociedad, hoy, la única mujer candidata con opciones de victoria recibió una fuerte crítica, en torno al ideario anti-europeo que encarna.

Veinticinco premios Nobel de Economía -entre ellos Joseph Stiglitz, Angus Deaton, Jean Tirole y Eugene Fama- publicaron hoy una carta en el diario francés Le Monde contra las políticas «aislacionistas y proteccionistas» y «las devaluaciones competitivas» que son «peligrosas», porque pueden provocar «represalias y guerras comerciales» contra otros países.

«Cuando los inmigrantes están bien integrados en el mercado de trabajo pueden ser una oportunidad económica para el país que los acoge. Varios países de los más prósperos del mundo han sabido acoger e integrar a los inmigrantes», consideraron.

Hoy también se anunció un debate en el canal de TV público francés France 2 que reunirá pasado mañana, en un programa en horario de máxima audiencia, a los once candidatos a las elecciones presidenciales, a tres días de la primera vuelta.

La pulseada está caliente. Los últimos sondeos fijaron pocas variables y atribuyen a Macron el 23% de las intenciones de voto, por delante de Le Pen, con un 22% , seguidos por Mélenchon que aspira a un 19,5% y, apenas muy cerca Fillon, con el 19%.

En esta última semana priman entre los candidatos los intentos por distanciarse, a veces, de su propia imagen.

Macron, calificado como el aspirante «de las finanzas», dedicó la mañana al encuentro con los trabajadores del mercado central en Rungis, en la región parisina.

La recta final de la picante campaña política francesa se vio hoy sobresaltada con la detención de dos hombres -de nacionalidad francesa- y «radicalizados» en Marsella, según el ministro del interior, Matthias Fekl, que planeaban un «ataque inminente y violento».

El dispositivo de seguridad, ya de por sí elevado en pleno estado de emergencia, fue reforzado tras las recientes amenazas recibidas contra los candidatos o sus cuarteles de campaña, y la detención de estos dos jóvenes de 24 y 30 años, fichados por los servicios secreto.

Fekl dijo que más de 50.000 policías, gendarmes y soldados estarán desplegados en todo el país para cada jornada electoral.

«Se ha dispuesto todo para garantizar la seguridad de este gran evento para nuestra democracia y nuestra república. Las fuerzas de seguridad están movilizadas en todas partes de Francia para garantizar la seguridad del pueblo francés y para garantizar que la campaña presidencial se desarrolle sin contratiempos», aseguró el ministro.