Según el Observatorio de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), en 2021 el 61% de los siniestros viales en las rutas de la provincia fueron colisiones y el 11% fueron frontales. El 32% de las colisiones con fallecidos en rutas fueron frontales, mientras que el 20% de las colisiones con fallecidos y lesionados graves fueron frontales.

De estos datos se deduce que las consecuencias de un impacto frontal en su mayoría son gravísimas, esto se debe a la sumatoria de la velocidad combinada de dos automóviles más la desaceleración repentina, lo que aumenta significativamente la magnitud de las lesiones, o bien, la posibilidad de muerte.

La forma más categórica de evitar fallecidos en choques frontales es que este tipo de accidentes no se produzcan. Teniendo en cuenta que el ejercicio de la conducción, como toda acción humana. es pasible de error, es menester encontrar estrategias que eviten la posibilidad de accidentes por fallas del factor humano.

En este sentido, la Agencia Provincial de Seguridad Vial se encuentra estudiando la posibilidad de implementar un sistema para terminar con los accidentes frontales en las rutas santafesinas. Se trata de un proyecto inédito en Latinoamérica, que supone la instalación de una barrera física en lugar de la doble línea amarilla para evitar ese tipo de choques.

 

RUTAS AMISTOSAS

El Subsecretario de la APSV, Osvaldo Aymo, sostuvo que “el proyecto Rutas Amistosas está inspirado en una iniciativa sueca denominado rutas amigables, en el que se plantea una ruta tricarril, de un ancho de 13 metros y donde la división, que separa el carril de sentido contrario, es una barrera física, en lugar de la doble línea amarilla, ya que está demostrado que no sobrepasarla queda supeditado al factor humano, quien, si no la respeta, la consecuencia es el choque frontal”.

La mayoría de los choques frontales ocurren en rutas de doble circulación, es decir un carril por sentido de circulación, que constituyen el 80 % de la red vial de Argentina. Por eso se plantea la necesidad imperiosa de realizar sobrepasos seguros y evitar la invasión del carril de sentido contrario.

El sobrepaso debe hacerse en zonas permitidas, que generalmente están marcadas con una línea discontinua blanca en el pavimento. Pero, en definitiva, es siempre el conductor el que debe decidir si en ese momento es seguro realizar el adelantamiento.