El 31 de agosto de 1951 quedó en la historia de nuestro país como el día del Renunciamiento Histórico, el día en que Eva Duarte de Perón decidió declinar su lugar a la candidatura como vicepresidenta, candidatura fuertemente impulsada por la Central General de los Trabajadores que lideraba José Espejo, el Partido Peronista Femenino y decenas de agrupaciones políticas.

En febrero de 1951, cuando aún faltaban nueve meses para la elecciones del 11 de noviembre, la CGT le planteó oficialmente a Juan Domingo Perón sus intenciones de proclamar la candidatura de Evita , impulsando así la fórmula Perón – Perón. Sin embargo, en ese momento la respuesta fue que aún no era el momento de anuncios oficiales y que era necesario esperar.

Los meses trascurrieron y, el 22 de agosto, tras conocerse la fórmula radical integrada por Ricardo Balbín y Arturo Frondizi, la central de los trabajadores convocó a una movilización para pedir que se plasmara el sueño de la candidatura de la líder a la vicepresidencia. Ese día, recordado como el «Cabildo Abierto Justicialista»,  millones de personas desbordaron la avenida 9 de julio, frente al Ministerio de Obras Públicas, bajo un gigantesco cartel en el que se leía “Juan Domingo Perón-Eva Perón – 1952-1958, la fórmula de la patria”.

En el balcón sólo estuvieron Perón, el líder de la CGT, Evita y José Espejo, Fue éste último quien le pidió al vicepresidente que fueran a buscar a su esposa para, en su presencia, proclamar la fórmula que el pueblo reclamaba.

Durante horas, Eva evitó dar una respuesta al pedido del pueblo y mantuvo un inolvidable diálogo con la multitud que le demandaba «¡contestación!».

 “Compañeros: Yo no renuncio a mi puesto de lucha, renuncio a los honores. (…) Se lanzó por el mundo que yo era una mujer egoísta y ambiciosa y saben ustedes muy bien que no es así. Pero también saben que todo lo que hice no fue nunca para ocupar ninguna posición política en mi país. Yo no quiero que mañana un trabajador de mi patria se quede sin argumentos cuando los resentidos, los mediocres que no me comprendieron ni me comprenden, creyendo que todo lo que hago es por intereses mezquinos.”

Ante la insistencia del pueblo y de los dirigentes obreros, Evita imploró:  «Yo le pido a la Confederación General del Trabajo y a ustedes, por el cariño que nos une, por el amor que nos profesamos mutuamente, que para una decisión tan trascendental en la vida de esta humilde mujer, me den por lo menos cuatro días para pensar».

Los cuatro días se extendieron y, finalmente, nueve días después, a las 20.30 del 31 de agosto, la respuesta de Eva llegó por cadena nacional: “Quiero comunicar al pueblo argentino mi decisión irrevocable y definitiva de renunciar al honor con que los trabajadores y el pueblo de mi patria quisieron honrarme en el histórico Cabildo Abierto del 22 de agosto. Ya en aquella misma tarde maravillosa que nunca olvidarán mis ojos y mi corazón, yo advertí que no debía cambiar mi puesto de lucha en el movimiento peronista por ningún otro puesto.(…) Yo sé que cada uno de los descamisados que me quiere de verdad, ha de querer también que nadie tenga el derecho a descreer de mis palabras y ahora, después de esto, nadie que no sea una malvado podrá dudar de la honradez, de la lealtad y de la sinceridad de mi conducta. Estoy segura que el Pueblo Argentino y el Movimiento Peronista que me lleva en su corazón, que me quiere y que me comprende, acepta mi decisión porque es irrevocable y nace de mi corazón. Por eso ella es inquebrantable, indeclinable y por eso me siento inmensamente feliz y a todos les dejo mi corazón».

A 70 años del histórico renunciamiento, las palabras de Eva Perón siguen marcadas a fuego en la memoria popular y en el reconocimiento de su figura como el de una de las mujeres que cambió la historia de todo un pueblo.

Actos recordatorios

A 70 años del renunciamiento de Eva Perón a la fórmula presidencial, funcionarios y dirigentes peronistas realizarán diversos actos para recordar el acontecimiento.

A las 19, los ministros de Cultura, Tristan Bauer, y de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, descubrirán una placa en la sede de la cartera ubicada en la intersección de las avenidas 9 de Julio y Belgrano, donde se encuentran emplazados dos murales de acero de Evita, instalados en las fachadas norte y sur del edificio, del escultor Alejandro Marmo.

Sobre el edificio se proyectará un mapping con imágenes y pasajes del discurso de Eva, por medio del cual hace su renunciamiento a la fórmula presidencial.

Previamente, a las 17, se realizará un conversatorio por Zoom organizado por el Museo Evita, del que se podrá participar con previa inscripción en inscripcion@museoevita.org.ar.

Allí se darán cita investigadores, dirigentes gremiales y personalidades del campo político con el fin de «reflexionar y debatir sobre este acontecimiento significativo en el derrotero de Evita y su liderazgo, contemplando asimismo las relaciones establecidas por la primera dama, tanto con el campo político, sindical y social, que se expresaron en una dinámica y praxis política única hasta ese momento en el país», precisaron los organizadores.

Entre los participantes estarán presentes la diputada nacional y secretaria adjunta de Sadop Santa Fe, Patricia Mounier; la titular de la Vivienda del Sindicato de Camioneros de Buenos Aires, Karina Moyano: la secretaria de Derechos Humanos de la CTA de la provincia de Buenos Aires y senadora provincial, María Reigada y Santiago Régolo, por el INIEHP- Museo Evita.

Desde la cuenta de Twitter del Partido Justicialista se recordó hoy que aquel día «Evita renunció a los honores pero luchó hasta el último día por un país con soberanía política, independencia económica y justicia social».

«Honramos su recuerdo militando todos los días para seguir construyendo la Argentina que queremos», añadieron con una imagen del abrazo entre Evita y Perón, tras el recordado discurso que brindó Eva, donde entre sus frases más salientes figura la que dice: «Que de mi se diga que hubo al lado de Perón una mujer que se dedicó a llevar al Presidente las esperanzas del pueblo».