MARTES, 26 DE NOV

Psoriasis: una enfermedad del sistema inmune

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica, no contagiosa, que se presenta en forma de lesiones rojizas, cubiertas por escamas blancas y secas, que se localizan en distintas partes del cuerpo.

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica, no contagiosa, que se presenta en forma de lesiones rojizas, cubiertas por escamas blancas y secas, que se localizan en distintas partes del cuerpo.

En muchos casos puede comprometer codos, rodillas, tronco, cuero cabelludo, palmas de las manos, plantas de los pies, uñas y articulaciones.

«Puede presentarse en lactantes, niños y adultos, afectando indistintamente a hombres y mujeres. Si bien tiene un origen genético, está relacionada con una alteración del sistema inmunológico y puede ser desencadenada por múltiples factores como bacterias, virus y hongos, determinados medicamentos, consumo de alcohol y tabaco, stress, climas fríos, rascado o fricción frecuente y cambios hormonales», indicó el médico e investigador Ernesto Crescenti.

El especialista, director del «Instituto de Inmunooncología Dr. Ernesto J.V. Crescenti», destacó que la particularidad de esta enfermedad «radica en la duración del proceso de recambio de las células de la capa superficial de la piel».

«El tiempo de este proceso es generalmente de 28 días, pero en pacientes con psoriasis sea realiza en el lapso de entre 3 y 4 días», añadió.

El especialista afirmó que la psoriasis «es una afección que el paciente padecerá durante toda su vida, habiendo periodos en los que desaparezca y otros en los que resurja con mayor intensidad.

Los síntomas más frecuentes son: espacios de piel irritados y rojos, piel seca (cubierta con escamas), lesiones genitales, dolor articular, cambios en las uñas (color amarillento, hoyuelos y separación entre la uña y la piel) y descamación abundante del cuero cabelludo».

«Una vez que se presenta puede aparecer de diferentes maneras: en placas (partes de piel enrojecidas, cubiertas por escamas de plateadas a blancas), pustulosa (similar a granos con pus), eritrodérmica (enrojecimiento de la piel generalizado), en gotas (aparecen pequeñas manchas entre rojas y rosadas) e inversa (el enrojecimiento e irritación de la piel ocurre en axilas, ingle y entre la piel superpuesta)», añadió.

Además, el médico dijo que en la mayoría de los casos, los pacientes con psoriasis «manifiestan en consulta su incomodidad a la hora de mostrarse en público o tener que exponer áreas del cuerpo que habitualmente cubren, por temor a las preguntas o las miradas incomodas».

En ese sentido, señaló que «como en todas las enfermedades, y en mayor medida en las que los signos son visibles, el aspecto psicológico es fundamental ya que el sentirse discriminados o excluidos puede llegar a tener un impacto negativo en la vida social del paciente».

«Desde la comunidad médica y las asociaciones de pacientes tenemos que continuar trabajando para desestigmatizar la enfermedad. El desconocimiento puede afectar demasiado a los pacientes, por lo que es recomendable confiar en el médico y en el dermatólogo, así como acudir a terapia si fuera necesario», concluyó.

 

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