Con las reuniones ya en marcha y mucha incertidumbre, los gremios adoptaron una nueva forma para encarar las negociaciones salariales para este 2016; las paritarias semestrales. Tal como lo propuso el sindicato de Empleados de Comercio, el sistema implica en acordar un aumento ahora y volver a negociar las condiciones entre julio y septiembre, período en el que el Gobierno nacional supone debería tener controlada la vorágine inflacionaria.

Este modelo será puesto a prueba desde hoy, con las reuniones de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y la Confederación de la Mediana Empresa con el Ministerio de Trabajo (Came). Otros sindicatos como el de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), que se encuentra en estado de alerta ante el posible despido de 2.200 operarios en la central nuclear Atucha II por discontinuidad en el envío de fondos de parte del Gobierno, y el sindicato de Unión Tranviarios Automotor (UTA), también adoptarían este método de negociación.

En el caso de las reuniones de hoy, por ejemplo, la ejecución del sistema ideado por Armando Cavalieri, titular del sindicato de Empleados de Comercio, implica un acuerdo que dure desde abril hasta septiembre, siendo este del 20%, con el pago además de $2.000 en concepto de anticipo a abonarse en marzo.

No es la primera vez que se intenta imponer este modelo de negociación. Ya en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner los gremios plantearon esta posibilidad, pero la respuesta fue negativa, ya que suponían que esto provocaría que la inflación entre en un proceso de espiralización y esto se traduzca en una incertidumbre del mercado laboral. En esta ocasión, el actual Gobierno no vería con malos ojos un acuerdo de este tipo.

Al calculado aumento del 23% para el trabajador, consecuencia del incremento del 20% y el pago anticipado, luego se sumarían las condiciones de la nueva negociación en el mes de septiembre, que tendrá vigencia hasta abril del año entrante.