Por Gisela Gentile

Rosario y toda la región vienen sufriendo una ola de calor sostenida que mantiene a toda una población en alerta. Tanto las personas mayores como los más pequeños, son los más propensos a sufrir un golpe de calor, conocido es que el mismo, puede llevar a consecuencias inevitables como la muerte.

Es necesario en estas épocas tomar los recaudos necesarios para poder afrontarla y sobre todo, estar informados. Por suerte, nada es para siempre, y esta seguidilla de días soleados con temperaturas que oscilan los 40°parece llegar a su fin.

“La ola de calor se estipula cuando por lo menos durante tres días seguidos las mínimas superan los 20° y las máximas están por encima de los 35°. Gracias a las estadísticas, podemos decir que no es la más intensa de los últimos años en nuestra región. En diciembre de 2013 y enero de 2014, se registró una ola de calor con altas temperaturas que duró 25 días”, de esta manera comenzaba el diálogo con Conclusión Oscar Monjelat, meteorólogo aeronáutico.

Normalmente las olas de calor arrancan en noviembre y pueden extenderse hasta el mes de marzo, “que no se den todos los años tiene que ver con la circulación general, depende como se posicionen los sistemas de alta presión que afectan la región. Nosotros como continente estamos bordeados por dos sistemas de alta presión semipermanentes, uno en el pacífico, y otro en el atlántico. Según como se muevan los mismos permiten o no que llegue las masas de aire frío”, sostuvo.

Resulta indispensable que las temperaturas bajen y de esta manera encontrar el alivio a este clima que afecta a nuestro organismo, “observamos que desde el jueves 8 por la tarde noche hasta la mañana del sábado 10, la región va a estar dentro de un área de mal tiempo”, dijo el meteorólogo.

“Existe la posibilidad que se desarrollen tormentas para el sur de Santa Fe. Las mismas serán con fuerte actividad eléctrica, lo que implica mucha caída de rayos y que las precipitaciones van a ser en forma de chaparrón. Cuando esto sucede las mismas son copiosas, en un corto período de tiempo y acumulan una abundante caída de lluvia”.

La importancia de la presión atmósferica, “la misma hoy está en 1005 hectopascales, este es un valor crítico y todo lo que pierda de aquí en adelante va a ser para aumentar la velocidad del viento. Por cada hectopascal que baje desde hoy al jueves, nos indica la posibilidad de que los vientos tengan ráfagas mayores a 70 km/h”, indicó.

“Prevemos que el viernes se desarrollarán las condiciones más severas, con precipitaciones intensas en un corto período de tiempo, vientos fuertes, caída de rayos y nunca descartamos con estas condiciones, el granizo”, enfatizó Monjelat.

En cuanto a que sucederá luego de los días de inestabilidad el meteorólogo agregó: “Vamos a tener una semana con temperaturas mucho más bajas y no se esperan bloqueos que causen alguna otra ola de calor. Tendremos temperaturas propias de esta época estival que oscilarán entre 30° y 33°”.

Como reflexión final el experto añadió: “En el planeta reina una total tranquilidad, aquí en el hemisferio sur el verano es intenso y en el norte el invierno lo es también. Lo interesante es que nosotros decimos que aquí estamos recibiendo mucho calor y en el norte sufren temperaturas bajas muy intensas. En estos días Rusia está informando una nevada histórica que indica que en 100 años,  no se registró una caída de más de de un metro medio como la que ocurrió en estos días. O sea el planeta cumple en dar calor a unos y frío a otros”.

“El gran problema seguimos siendo nosotros, que hemos desbastado los bosques salteños por ejemplo y ahora se inunda la región. Los ciclos de la tierra se ven violentados por el hombre y de esta forma le quitamos la defensa a la naturaleza para protegernos”, concluyó.