Por Gastón Marote (Entrevista de agencia Noticias Argentinas)

Luis Mario Vitette Sellanes, el «cerebro» de la banda que cometió el «Robo del siglo» al banco Río de Acassuso en 2006, reveló que mantuvo diálogo con algunos integrantes de la SIDE a principios de la década del ’90, en plena gestión menemista y contó cómo logró burlarlos de una maniobra que le pudo costar la muerte tanto a él como a su grupo.

Vitette Sellanes, quien ahora disfruta de su nueva vida como joyero en su Uruguay natal, contó que una persona «que trabajaba en la SIDE» lo contactó y le ofreció dar un golpe millonario con un dinero recaudado con los títulos del denominado Plan Bónex 89.

«Lo cuento porque ya prescribió. Una vez un señor que trabajaba en la SIDE, durante la época de los Bónex nos propuso en una oficina de Santa Fe y Cerrito dar protección a las 19:00 para perpetrar un ilícito y así llevarnos los Bónex que valían unos 5 millones de dólares», indicó en declaraciones a NA, aunque aclaró que no conoció al exagente Jaime Stiuso.

Además, agregó: «Entonces, en lugar de ir a las 19:00 fuimos a las 18:00 y nos llevamos todo por ese valor. Si nosotros íbamos a la hora que él decía, al bajar nos mataban a tiros a todos y después iban a decir que nos abordaron mientras robábamos y uno de nosotros se había escapado con todo».

Sin dudas que ese fue un golpe millonario que no trascendió en los medios, pero que él recuerda, ya que fue la única vez que mantuvo contactos con la SIDE.

Al hablar en tercera persona de su pasado como ladrón, el actual joyero explicó que «ese» Vitette «no se relacionaría con la actual SIDE, ya que «se manejan con mucha impunidad desde la época de las coimas a los senadores, cuyo dinero salió de ahí y nunca pasó nada».

«En estos últimos años, sin cargar tintas contra el Gobierno, la SIDE tuvo una gran impunidad. Antiguamente salían a buscar delatores para obtener datos de determinada gente en delitos comunes. Pero después todo fue distinto, la mayoría tiene un muerto en el placard. Se manejan a otro nivel, no te olvides del presupuesto que manejan y con gastos reservados», explicó.

Otra de las historias que lo tuvo como protagonista y que también prescribió, se produjo durante un cambio de Gobierno en Paraguay durante la década del ’90.

«El Vitette de antes se vinculó a los Cascos Blancos en época de Carlos Menem. En ese entonces teníamos que cambiar dólares truchos por dólares reales cambiados en el Banco Central. Era un millón de dólares con sus correspondientes precintos y como a la hora de cambiar esa cantidad de plata no se contaba porque no terminás más, se pesaba. Nosotros ya sabíamos que un millón de dólares pesaba 11,200 kilos y por eso cuando lo pesaron daba el mismo peso y los precintos no estaban dañados pudimos cambiarlo sin problemas. Y ahí estaban metidos el presidente de Cascos Blancos, el Vice», contó.

El ahora comerciante se desempeña como joyero en la ciudad San José de Mayo, capital del Departamento de San José en Uruguay, donde abrió la joyería «Verde Esmeralda», que además es la única allí que funciona como taller, ya que «los demás comerciantes las mandan a la capital» de ese país.

«Además, soy  el único que compra oro y antigüedades acá en San José. Incluso me traen joyas de Argentina. Cuando se van al este a pasear, antes pasan por acá y me dejan trabajo», contó sobre su actual trabajo.

Afirmó que jamás sufrió un hecho de inseguridad en su comercio y aclaró que tiene un gran dispositivo de seguridad que fue preparado «pensando en el Vitette de antes».

«La seguridad del negocio la armé yo. Puse sensores en el piso, en los techos, las vidrieras tienen atrás las rejas, cámaras de seguridad. Siempre tengo un ejemplo que es visible. El vidrio tiene alcance al peatón, atrás están las rejas y atrás los exhibidores. Los joyeros ponen la reja, después el vidrio y luego los exhibidores y de esa manera, el ladrón abre la reja tranquilo, rompe el vidrio y mientras se activa la alarma se lleva las joyas», detalló.

«En mi caso, al romper el vidrio se activa la alarma y para romper la reja debe tardar un tiempo importante y no podrá lograr su fin. Pensando en mi vida anterior, yo tengo una mirada distinta y cubrí todo. Además, si me entran a robar armados, tengo botón antipánico, cámaras de seguridad que los deja filmados. Igual, trato de abarcar todo pero hasta a mí se me puede escapar algún detalle», precisó.

Respecto al incremento de los robos a comercios o bancos, Vitette Sellanes sostuvo que «el Estado no reconoce la grave falencia que comete al descuidar la educación, la minoridad, la familia, o sea a la sociedad en general.

«Por eso gente sin oficio y sin profesión agarra una maceta rompe vidrios de los bancos y roban cajeros. Eso no es ser profesional como lo era yo. Eso es necesidad, hambre o a lo mejor es querer hacer ostentación obscena y tener lo que los famosos o políticos tienen, como relojes caros, productos valiosos», señaló.

Asimismo, contó que por Twitter allegados lo «invitan a robar la bóveda de la presidenta Cristina Kirchner», pero él les aclara que ya no está en esa situación y se dedica a su esposa, a su bebé recién nacido y a la joyería, por lo que muchas veces los bloquea en la red social del pajarito.

No recibe «invitaciones» desde que arrancó su nueva vida.

Por otra parte, reveló que desde que tiene el comercio nunca lo fueron a buscar para cometer algún delito, al tiempo que tampoco tuvo problemas con la policía. «Tengo cámaras por todos lados por si me quieren poner droga o hacer algo porque no les dí alguna joya que vendrían a mangar».

«Acá, mientras paguen, todos tienen crédito abierto para comprar», explicó Vitette, quien agregó que en las fuerzas de seguridad, «el 99 por ciento trabaja por el bronce, que es combatir la droga, el delito, y el 1 por ciento restante lo hace por el oro» (delitos). Así que acá no se les ocurre venir a hacer algo así porque quedan grabados», advirtió.

Por último, respecto a la relación que pueden tejer los malos policías con la delincuencia, el joyero evaluó que «siempre buscan  tarados, no buscan inteligentes» y agregó que antes de mandar a los jóvenes a robar se los ceba con droga».