Por Hermes Lavallén

 

Silent Ventus es un drone silencioso de próxima generación. Propulsión silenciosa, cero emisiones de carbono, adaptable a diferentes ambientes como la exploración del espacio, personalizable para cumplir objetivos de misión específicas de bajo coste de mantenimiento, funcionamiento confiable con sistemas de seguridad redundantes. Un avance de 100 años en producción. Desde que Thomas Townsend Brown descubrió la propulsión generada por electrodos asimétricos en 1921, no se había producido un avance significativo que permitiera generar propulsión iónica a niveles que permitieran desarrollar naves VTOL en condiciones atmosféricas.  En la década de 1950, Brown fue contratado por distintas empresas aeroespaciales que querían desarrollar este sistema, sin resultados a la vista, pues todas las investigaciones por parte del estado de Estados Unidos y de distintas empresas privadas fueron guardadas como confidenciales.

Desde entonces el aparato basado en las ideas de Brown a menudo ha sido altamente polémico cuándo se probaba de maneras controladas, el efecto observado a menudo se atribuía al efecto de viento de ion en vez de anti-gravedad. ​ Brown también nombró este fenómeno como el «efecto Biefeld-Brown» en honor a su aclamado mentor Paul Alfred Biefeld.

Este año una empresa emergente con sede en Florida, anunció que su dron de propulsión iónica, Silent Ventus, completó con éxito un vuelo de prueba crítico alcanzando el tiempo de vuelo proyectado y la potencia de elevación, lo que marca un hito importante para el emergente dron de entrega de carga de doble uso. Durante el vuelo de 4 minutos y medio, la aeronave demostró un buen  rendimiento y alcanzó condiciones estables.

Silent Ventus se convierte en realidad como dron totalmente eléctrico impulsado por propulsión iónica, con una firma de ruido mínima y cero emisiones de carbono, utiliza principios físicos innovadores para generar niveles de ruido por debajo de 70 dB».

Desde el principio la empresa creadora del dron Undefined Technologies  ha seguido un estricto modelo de integración vertical mediante el diseño y la fabricación interna de sus componentes para acelerar el desarrollo, proteger su propiedad intelectual y minimizar las interrupciones de la cadena de suministro en el entorno mundial actual.

«Este vuelo de más de 4 minutos requirió avances en la composición química de las baterías que ahora pueden brindarnos densidades de energía más altas. Esta mejora es parte de nuestros esfuerzos para apuntar a pesos más livianos», agrega Thomas Benda Jr., ingeniero aeroespacial líder en Undefined Technologies.

El elemento central de la aeronave es el llamado «impulsor de iones», que genera la nube de iones para producir niveles más altos de empuje, hasta un 150 % en comparación con las tecnologías actuales de propulsores de iones.  El «impulso» de empuje generado por la tecnología innovadora crea una oportunidad técnica y comercial para que los propulsores de iones se conviertan en una opción viable para la propulsión eléctrica.   La compañía ya ha demostrado tener la infraestructura y el talento para comercializar la nave eVTOL para aplicaciones civiles y militares. Su objetivo es desarrollar un dron en serie listo para la producción en 2024. Después de recibir un fuerte interés de las entidades federales y comerciales, Undefined Technologies está listo para comenzar una nueva ronda de financiación.

Cuestiones de ruido

Una investigación realizada por la NASA encontró que el ruido de los drones ocupa el primer lugar en términos de molestia. Según el estudio, el ruido del tráfico rodado «se consideró sistemáticamente menos molesto» que el zumbido agudo de los drones. A los participantes no se les dijo que el ruido que escuchaban era de drones, pero todos los oyentes clasificaron consistentemente el ruido de los drones como más molesto que el ruido de los aviones o los vehículos de reparto debido a las propiedades psicoacústicas que las métricas acústicas tradicionales no modelan ni capturan fácilmente.

Undefined Technologies tiene como objetivo lograr vuelos de 15 minutos de duración con niveles de ruido por debajo de 70 dB para fines del próximo año, superando las restricciones de ruido para el sector de entrega de carga de última milla. El ruido es el segundo factor ambiental más importante que causa problemas de salud después de la contaminación del aire, según el informe de la OMS, y el informe de la ONU de febrero declaró la contaminación acústica urbana como una de las «principales amenazas ambientales emergentes» del mundo.