El accidente cerebrovascular (ACV) es la primera causa de invalidez en los adultos y la segunda causa de muerte, por lo que reconocer sus síntomas y actuar de manera rápida, especialmente en las primeras tres horas, es fundamental para disminuir sus consecuencias.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de personas sufren un ACV por año, siendo Argentina uno de los países con más casos.

Un ataque cerebral se produce cuando una parte del cerebro deja de recibir sangre por la oclusión de una arteria. Sin oxígeno, las células cerebrales pueden sufrir daño o morir, causando diferentes efectos según en qué parte del cerebro se produzca.

Los accidentes cerebro vasculares no tratados a tiempo pueden causar la muerte o dejar distintas secuelas irreversibles en el cuerpo. Pero la detección ante los primeros síntomas y la inmediata atención son claves para reducir la posibilidad de muerte y la discapacidad permanente.

«En el momento que se detectan los síntomas, es clave recurrir a un centro especializado de atención para mitigar sus consecuencias. Los pacientes tienen un margen de 3 horas para que un tratamiento rápido cambie su sobrevida y evolución», señaló el neurocirujano Iván Aznar, presidente del Colegio Argentino de Neurología.

Entre los síntomas más comunes se encuentran: 

• Falta de sensación, debilidad o parálisis repentinas en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un solo lado del cuerpo.

• Problemas repentinos para hablar o entender; confusión súbita.

• Problemas repentinos para ver con uno o los dos ojos.

• Dificultad para caminar, mareo, vértigo, pérdida del equilibrio o falta de coordinación súbitos.

Otros síntomas importantes, pero menos habituales son:

• Náusea y vómito repentinos, pero diferentes a los de una enfermedad por virus debido a la rapidez con que se presentan (en minutos u horas, en lugar de tardar varios días) .

• Desmayo breve o período de pérdida del conocimiento (desvanecimiento, confusión, convulsiones o coma).

El ataque cerebrovascular se puede prevenir ya que el 90% de ellos están vinculados a factores de riesgo clave que pueden evitarse a través de conductas saludables. Los especialistas recomiendan que cada una de las personas conozca su presión arterial y nivel de colesterol, haga ejercicio regularmente, consuma alimentos bajos en sodio y grasas, evite el estrés y no fume.

«Ante la aparición de los síntomas, es imprescindible que la persona concurra al centro especializado más cercano. La capacidad de salvar su vida depende de eso, ya que cuanto antes se lo trate más posibilidades tendrá de no tener consecuencias del ACV. No hay que esperar a que los síntomas se pasen y pedir ayuda», concluyó Aznar.

*Especial de NA, por Leonardo Coscia.