Por Gisela Gentile

El 16 de noviembre del año 2020, en plena pandemia, la ministra de Educación Adriana Cantero firmaba tres resoluciones que dejarían sin efecto 500 titularizaciones. Fue allí donde trabajadoras y trabajadores pertenecientes a Formación Profesional y Capacitación Laboral, Equipos Territoriales con Eje en la Convivencia y la EEMPA 1.330; perdieron sus derechos obtenidos como parte de un acuerdo paritario.

Sin dudas que lo sucedido, en medio de una crisis sanitaria, marcó un precedente gravísimo para la comunidad educativa. Desde ese triste e injusto acontecimiento, muchos trabajadores de la educación vienen visibilizando esta acción como un hecho que atentó contra la salud psíquica y emocional de trabajadores que son sostén de 500 familias.

A un año de esa drástica decisión, los trabajadores de la educación fuertemente perjudicados, destacaron que también se vulneró el derecho a la educación a miles de estudiantes en un momento crucial, en donde había que poner todos los esfuerzos para frenar la deserción escolar.

Durante el año 2020 unos 100.000 estudiantes abandonaron sus estudios. “El Ministerio de Educación no tuvo en cuenta a los equipos territoriales durante el periodo de pandemia, tampoco a los tutores virtuales que estaban preparados para el sostenimiento de esas trayectorias educativas” destacó Gonzalo Martorell, trabajador de la educación e integrante del Equipo Territorial con Eje en la Convivencia.

Ya ha pasado un año de aquel proceso inédito de destitularización que significó un antes y un después de muchos trabajadores de la educación. “El mismo fue llevado adelante por el Ministerio de Educación de la provincia, en aquel momento se alegaron justificaciones de orden administrativo sin haber mediado en una instancia de diálogo o consulta”.

La situación nos tomó por sorpresa a los trabajadores de la educación, dado a que no fuimos convocados a ninguna instancia

Se dio marcha atrás con un proceso de titularización sustentado en una instancia paritaria con peso de ley en el que participaron gremios docentes de toda la provincia. “A decir verdad, la situación nos tomó por sorpresa a los trabajadores de la educación, dado a que no fuimos convocados a ninguna instancia en la que se haya querido lograr, aunque sea, una suerte de entendimiento sobre estas supuestas situaciones que habían desencadenado una acción de retrocesos en materia de derechos laborales”.

Tristemente un año después de este hecho inédito de destitularización seguimos a la espera de dicho espacio. Acá estamos, firmes y en pie de lucha, hasta que nos devuelvan nuestra estabilidad laboral

Han pasado precisamente 365 días y los trabajadores de la educación han buscado visibilizar esta apremiante situación. “Expusimos los acontecimientos sucedidos en la justicia y aún no hemos tenido respuesta. También, a lo largo de este tiempo, hemos presentado una multiplicidad de proyectos al Ministerio, vinculados a nuestros perfiles y a problemáticas del territorio provincial que podemos abordar. A la vez que seguimos solicitando instancias de diálogo para poder destrabar el conflicto, pero tampoco hemos recibido respuestas”.

No es menor señalar que se ha dado en un contexto de pandemia, donde más han hecho falta herramientas para sostener las trayectorias educativas de cada uno de los estudiantes de la provincia. “Por ello seguimos esperando una instancia diálogo para poder poner sobre la mesa nuestros recorridos, nuestra formación como así también nuestros antecedentes en calidad de trabajadores de la educación. Tristemente un año después de este hecho inédito de destitularización seguimos a la espera de dicho espacio. Acá estamos, firmes y en pie de lucha, hasta que nos devuelvan nuestra estabilidad laboral”, concluyó.