Agari es una botella biodegradable creada a partir de algas rojas, por lo que su material es 100 por ciento natural. El envase mantiene su forma mientras tenga agua, pero una vez utilizado comienza a deshidratarse.

Por eso, es más fácil de compostar, desechar e incluso comer. La botella fue creada por Ari Jonsson y su producción formó parte de un proyecto de diseño, que buscó encontrar un reemplazo para los plásticos para cuidar del planeta.

Para la realización de esta botella, Jónsson, utilizó agar (también conocido como agar-agar) y agua.

El agar, es una sustancia derivada de las algas muy utilizada en la industria, especialmente en la alimentaria, ya que se usa como gelificante en la elaboración de muchos de sus productos. También es muy frecuente su utilización en laboratorios, ya que se puede usar como medio de cultivo en microbiología o, también, para la realización de geles de electroforesis (usados para separar biomoléculas por tamaño) en biología molecular.

Las botellas de plástico están fabricadas principalmente con PET (Tereftalato de polietileno), un plástico derivado del petróleo que no es biodegradable. La degradación del PET en la naturaleza ocurre principalmente mediante fotodegradación. Es un proceso tan lento que una botella de plástico tarda en descomponerse una media de 450 años.

Además de ser un proceso tan lento, las botellas y demás objetos de plástico desperdiciados en los campos quedan enterrados fácilmente y no son alcanzados por la luz solar. Una botella de plástico enterrada puede durar miles de años sin degradarse.

Sin embargo, la fotodegradación sí es rápida en los en océanos. Un estudio de la Universidad de Nihon (Japón) concluyó que un botella de plástico puede descomponerse en el océano en poco más de 1 año.

https://www.facebook.com/nationmediacompany/videos/758355331016889/