Todas las semanas se emite por el canal de YouTube de Conclusión un ciclo que busca acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, aborda diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En este capítulo, Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con Cecilia Bianco, junto a una de las referentes del área de tóxicos del Taller Ecologista, brindaron detalles sobre una investigación que expone la peligrosidad para la salud que refieren algunos envoltorios de comidas rápidas.

A través de un estudio llevado adelante por la red internacional IPEN, de la cual forma parte Taller Ecologista y desarrolló el capítulo argentino de la investigación, se reveló la presencia de sustancias químicas tóxicas que están prohibidas a nivel mundial, en papel de un sólo uso y en envases de cartón para alimentos. Estas sustancias tóxicas pueden afectar a la salud, se relacionan con el cáncer, la infertilidad, los trastornos endocrinos, entre otras afecciones.

Estudios anteriores han demostrado que las PFAS en los envases de alimentos pueden filtrarse a los alimentos y se han encontrado niveles más altos en análisis de sangre de personas que comen regularmente alimentos que se venden en envases que contienen PFAS. Los llamados “Químicos eternos” debido a su larga persistencia en el medio ambiente, se utilizan ampliamente en envases de alimentos para conferir resistencia a la grasa.

A lo largo del estudio -que contó con la coordinación de la ONG Arnika, a su vez se hallaron algunos envases fabricados sin PFAS, lo que demuestra que existen alternativas a las sustancias tóxicas. McDonald’s, KFC, Burger King, Subway, Starbucks, Dunkin’ Donuts y Jolly Time venden alimentos en envases sin PFAS en algunos países, pero siguen utilizando envoltorios contaminados con PFAS en otros países, incluido Argentina.

IPEN, Taller Ecologista y sus otros grupos miembros compartieron los resultados del estudio con las empresas de alimentos y solicitaron sus políticas sobre el uso de PFAS, pero hasta el momento de la publicación del informe ninguna empresa había proporcionado una respuesta sustancial. “Se necesita legislación que exija etiquetar los productos químicos en materiales en contacto con alimentos y otros productos para brindar a los consumidores información sobre la seguridad de los productos que compran”, señalaron desde Taller Ecologista