El secretario general de la CGT Juan Carlos Schmid reconoció hoy que en la crisis que enfrenta la central obrera “no queda más remedio que llamar a un congreso y renovar las autoridades”, aunque cuestionó la decisión de Pablo Moyano de renunciar a la Secretaría Gremial y remarcó que “hay que ser un poco más responsable”.

El referente gremial afirmó que la central obrera está “encerrada en su laberinto” y llamó a “generar las condiciones para que se llame al Congreso” para conformar un nuevo Consejo Directivo.

“Si esto no funcionó, pongamos a alguien que lo haga funcionar”, sostuvo el líder de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).

En diálogo con Radio Mitre, el integrante del triunvirato obrero subrayó que la conducción de la CGT “está agotado y no queda más remedio que llamar a un Congreso y renovar las autoridades”.

En ese sentido, Schmid mostró su descontento con la decisión de Pablo Moyano de renunciar a su cargo de secretario gremial de la central obrera por sus diferencias con el Consejo Directivo.

“Uno no puede ser tan irresponsable, tirar la llave por la ventana y mandarse mudar. Hay que ser un poco más responsable.

¿Qué es esto de pegar un portazo e irse? Digo esto en forma general, porque el primero que hizo esto fue la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en diciembre”, lanzó.

Consultado sobre si se mantendrá alineado con el líder camionero, Hugo Moyano, y se plegará al rearmado del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), el secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento advirtió que mantendrá su “autonomía” y afirmó que “el escenario es totalmente distinto” al de la década del 90 cuando surgió esa organización.

“En el costado político no tengo nada que ver con (el diputado nacional y titular de la CTA de los Argentinos, Hugo) Yasky, ni la aglutinación que esté en posiciones cercanas al cristinismo. Voy a tener autonomía y no me imagino todavía en ninguno de esos alineamientos”, subrayó.

En ese sentido, señaló que se va a “dedicar a fortalecer los vínculos con los movimientos de la economía popular”.

Advirtió que “al interior del sindicalismo siempre convivieron dos visiones y esas dos placas siempre están chocando entre sí. En el medio hay una multitud de nuevos problemas, entre ellos los de la economía popular, a los que hay que ponerle atención”.

“Hay muchos que no quieren saber nada de esto, me han cuestionado duramente y quieren cerrar la puerta. En este ciclo del capitalismo, si no prestamos atención a eso cada vez va a haber más gente afuera de los sindicatos que adentro. Entonces, hay que poner las barbas en remojo”, finalizó